Borrar
Donald Trump, durante una reunión en la Casa Blanca. Reuters
Trump quiere revisar a la baja la cifra de muertos por el virus

Trump quiere revisar a la baja la cifra de muertos por el virus

El presidente cree que los Estados demócratas inflan las estadísticas para dañar sus posibilidades de reelección

Mercedes Gallego

Lunes, 18 de mayo 2020, 22:28

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Todo el mundo tiene derecho a tener su propia opinión, pero no sus propios datos», dice el gobernador de Nueva York, Mario Cuomo, al comienzo de su conferencia de prensa diaria sobre la pandemia. Le gusta empezar con datos, porque a su juicio es algo objetivo «que deja fuera a la política», pero no en la Casa Blanca de Donald Trump.

A medida que el país se acerca con paso firme hacia las 100.000 muertes, acumulando ya más de 91.000 o más de un tercio de todos los fallecidos en el mundo, crecen las presiones para maquillar las estadísticas. En el círculo de Trump, donde anidan las teorías de la conspiración, muchos creen que todo pretende dañar sus posibilidades de reelección, empezando por su hijo Eric. «Lo van a exprimir cada día porque creen que así le quitan su mejor instrumento electoral, que es llenar un estadio con 50.000 personas», dijo el domingo a Fox News. «Ya verás como después del 3 de noviembre desaparece mágicamente».

A Eric Trump nunca se le ha considerado el más listo de la familia. Todo el mundo sabe que la frase de que va a «desaparecer como por obra de magia» está maldita desde que el presidente la utilizase en febrero, pero Eric repite lo que oye en privado. El que el virus se haya cebado con los Estados más poblados en manos de gobernadores demócratas no ayuda. El mandatario cree que gente como Cuomo engorda la lista para colgarle los muertos, literalmente. Según su teoría, los hospitales estarían contando como víctimas de Covid-19 a todo el que de positivo en la prueba, «aunque se haya caído por las escaleras», dijo según una fuente del 'Daily Beast'.

«Eso es ridículo», se quejó Cuomo. «¿Quién querría tener más muertos?». El epidemiólogo en jefe del país le apoya. Si acaso, la cifra de víctimas se revisará al alza, dijo el doctor Anthony Fauci al Senado, porque aún no se han contabilizado muchos de los que han fallecido en sus hogares.

La Casa Blanca presiona al Centro para el Control de y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para que revise la metodología de conteo que en abril obligó a Nueva York añadir 3.000 muertos en un solo día cuando se incluyeron víctimas fallecidas en casa que cuadraban con los síntomas. A Trump le apoya la coordinadora de la Casa Blanca para el coronavirus, una coronel del Ejército por la que Trump tiene simpatía. «No me creo nada del CDC», llegó a decir recientemente Deborah Birx en una acalorada discusión con el director del CDC, Robert Redfield, según una fuente de 'The Washington Post', al que Trump ha obligado a rectificar declaraciones sobre la segunda oleada que llegará el próximo otoño.

Otros asesores han sido aún más agresivos al acusar al CDC de «fallarle al país» por tener demasiada burocracia para hacer pruebas de diagnóstico, «y encima tenían kits malos», dijo su asesor económico Peter Navarro el domingo a MNSBC. Ambas acusaciones son ciertas, pero fue el mandatario quien no tenía interés en agilizar las pruebas para no confirmar casos que destacarían al país en las estadísticas. El episodio de los test defectuosos podía haberse ahorrado si Estados Unidos hubiera comprado los que le ofreció la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero Trump insistió en que tenían que ser hechos en el propio país.

La nueva estrategia es minimizar la importancia de las pruebas porque «cada vez que haces una tiene un positivo», ha dicho Trump, y aplicar definiciones más estrechas para el conteo de víctimas mortales. Tal es la paranoia de la Casa Blanca que ha llegado a contratar una firma de Pittsburg llamada TeleTracking Technologies para recoger información directa de los hospitales y cotejarla con la que proporciona el CDC lo que costará a los contribuyentes más de diez millones de dólares (9,1 millones de euros).

El presidente y sus pastillas

Por otra parte, el presidente Trump reveló el lunes que desde hace una semana y media toma todos los días hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria cuya idoneidad para combatir el nuevo coronavirus no está probada.

«Tomo una pastilla todos los días», dijo a periodistas, y agregó que también toma zinc como medida preventiva, aunque dijo que las pruebas diagnósticas de la COVID-19 le han dado negativo y no presenta síntomas de la enfermedad. Cuando se le preguntó por qué tomaba hidroxicloroquina respondió: «porque creo que es bueno. He escuchado muchas buenas historias».

El inspector general despedido por Trump investigaba a Pompeo

Es tradición en los gobiernos de EEUU anunciar en viernes por la tarde todo lo que se quiere esconder bajo la alfombra. En la noche del pasado viernes llegó el despido del inspector general Steve Linick, a cargo de una agencia semi independiente que vigila al gobierno federal. Ahora se sabe por qué.

El hombre que nombrase Barack Obama en 2013 investigaba varios asuntos incómodos para el secretario de Estado Mike Pompeo, que según la Casa Blanca recomendó el despido al mandatario. Linick escrutaba desde el uso de fondos para Arabia Saudí hasta temas muy personales, entre los que destaca el uso que da el jefe de la diplomacia estadounidense a un empleado al que aparentemente encarga tareas privadas como sacar al perro, recoger la ropa de la lavandería o hacer reservas de restaurante para él y su esposa.

Trump ha reemplazado a Linick con Stephen Akard, un hombre de confianza del vicepresidente Mike Pence que se asegurará de que todos los asuntos de la casa están en orden. Antes tendrá que enfrentarse a una investigación que ha abierto el Comité de Asuntos Exteriores, que ve conducta criminal en el despido de Linick. El presidente de ese comité, Eliot Engel, le había pedido que investigase «una falsa declaración de emergencia» que justificaba la venta de armas a Arabia Saudí, según dijo al anunciar la investigación.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios