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Donald Trump, durante la declaración de la emergencia nacional acompañado de miembros de su gobierno. Reuters
EE UU declara la emergencia nacional

EE UU declara la emergencia nacional

La medida permitirá acceder a fondos para desastres para acelerar los diagnósticos, reducir la burocracia y entregar ayudas a los Estados

mercedes gallego

Corresponsal. Nueva York

Viernes, 13 de marzo 2020, 20:51

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Formalmente, con una gravedad similar a la del miércoles, pero con menos errores de ejecución, Donald Trump elevó este viernes la crisis del coronavirus, que pasa de los 1.700 casos en el país, a emergencia nacional. «Dos grandes palabras», admitió. No es, ni mucho menos, la primera de su mandato. EE UU tiene otras treinta en activo, porque a efectos prácticos solo implica cambios burocráticos y acceso a otras partidas económicas, pero el mandatario se había resistido con uñas y dientes porque sabe mejor que nadie el efecto psicológico de esas «dos grandes palabras».

El año pasado ya utilizó esa figura para elevar la preocupación general sobre la «crisis» en la frontera. La declaración le permitió desviar 3.600 millones de esos fondos públicos para la construcción del muro, como ahora le permitirá acceder a 46.200 millones de dólares destinados a aliviar desastres. Con ellos se pretende paliar los efectos económicos del coronavirus y acelerar el desarrollo de pruebas de diagnóstico, que ha sido el gran talón de Aquiles de EE UU. Además de empezar tarde y controlar férreamente su uso, los primeros kits que usó el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), eran fallidos. Apenas la semana pasada se han empezado a desarrollar en laboratorios privados.

EN SU CONTEXTO:

  • 5.095 personas han fallecido a causa del coronavirus, según los últimos datos difundidos este viernes por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

  • 136.000 es el nuevo umbral de contagios que se ha superado en el mundo debido a la gran capacidad de propagación del virus.

En un país con siete veces más población que España, el CDC ha realizado menos de 4.000 pruebas, por lo que se cree que el virus lleva al menos cinco semanas circulando sin ser detectado. Si se aumenta el acceso a esas pruebas con métodos a la alemana que permitan acceder a ellas sin bajarse del coche, como prometió este viernes Trump, la cifra oficial de infectados se multiplicará rápidamente y EE UU puede esperar en las próximas semanas vivir situaciones como las de España e Italia. Con todo, el presidente no quiso transmitir preocupación. «Tendremos 5 millones de kits de diagnóstico disponibles pero no necesitaremos nada parecido ni de lejos», prometió. «Esto pasará, y seremos todavía más fuertes».

La declaración pondrá al frente a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), famosa por sus negligentes manejos en Nueva Orleáns tras el huracán Katrina o María en Puerto Rico. Esta vez una de las mayores preocupaciones está en Nueva York, el segundo epicentro de la epidemia en el país. Por tratarse del núcleo más poblado de EE UU, que recibe cada año 65 millones de turistas, la infección se propaga rápidamente en la ciudad. De ahí que el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, senador por ese Estado, haya liderado las presiones para que el presidente declarase la emergencia nacional y agilice la transferencia de fondos a los Estados afectados.

En peligro la reelección

El presidente ha invocado otras veces la ley Stafford, la última la semana pasada con motivo de los tornados que arrasaron Tennessee, y previamente para paliar los desastrosos incendios de California. Esta es, sin embargo, la segunda vez en la historia en la que se declara la emergencia nacional por infecciones, después de la del año 2000 a raíz del virus del Nilo. El coronavirus convivirá en tiempo real con otras declaraciones de emergencia nacional, como la que declaró Bill Clinton en 1995 y Trump prorrogó el jueves pasado para justificar las sanciones contra Irán. El argumento es que las acciones de ese país suponen «una amenaza a la seguridad nacional, la política exterior y la economía de EE UU». Lo mismo que puede atribuirse a este «virus extranjero» que también pone en peligro la reelección de Trump.

PRINCIPALES PAÍSES AFECTADOS:

  • China. Aunque el Gobierno da por superado el pico de la epidemia, el Covid-19 ha matado a más de 3.170 personas y ha infectado a más de 80.000.

  • Italia. Es el principal foco del virus en Europa. En las últimas 24 horas los muertos se incrementaron en 250 y ya alcanzan los 1.266, mientras los enfermos rondan los 17.600.

  • Irán. El Ejército se ha desplegado para «despejar de gente las tiendas, calles y carreteras» de todo el país. Hay 514 fallecidos y 11.364 contagiados.

  • Corea del Sur. Se han realizado pruebas a 210.000 miembros de una secta para frenar el virus, que ha dejado 7.979 contagiados y 67 muertos.

  • Francia. Después de Italia y España, es el tercer foco europeo del Covid-19, con 2.876 casos confirmados y 61 fallecidos.

  • Estados Unidos. A pesar de las denuncias de personas que no han podido hacerse las pruebas por falta de tests, el país registra ya 40 muertes y más de 1.700 infectados.

Por eso en enero, cuando el secretario de Salud advirtió al presidente que la epidemia acabaría llegando a EE UU y pidió que aumentara la aplicación de las pruebas, el mandatario exigió a su gabinete que mantuviera «los números bajos», según Politico. Eran esos números y la percepción pública que darán lo que le preocupa. Por lo mismo, se ha negado a hacerse la prueba, pese a que el pasado fin de semana compartió mesa y foto con un ayudante del presidente Jair Bolsonaro que ha dado positivo. este viernes el presidente cedió ante el peso de la realidad y dijo que «probablemente» se la hará.

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