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Un rifle Barret M82 calibre 50 presidió la comparecencia de Trump en la frontera. Junto a él Reggie Singh, hermano del policía asesinado Ronil Singh. REUTERS
Trump, acorralado, se escabulle de Davos

Trump, acorralado, se escabulle de Davos

El presidente siente que ha caído en su propia trampa al forzar un cierre del Gobierno al que no se ve salida

mercedes gallego

Corresponsal. Nueva York

Jueves, 10 de enero 2019

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En Palm Beach se le echó de menos, en Davos no pasará lo mismo. Los que pagaron más de mil dólares por una fiesta de Nochevieja con el presidente de EE UU, amén de la estratosférica cuota anual de 200.000 dólares que impone Mar-a-Lago, se sintieron decepcionados. Melania tuvo que regresar al frío de Washington para que su hijo Baron pasara el Día de Navidad con su padre. Pero en Davos, donde Trump canceló ayer «respetuosamente» su asistencia a través de Twitter, reina la calma.

Al fin y al cabo, no es costumbre de los presidentes estadounidenses acudir a las pistas de esquí suizas para hablar de globalización con otros ricos. Sólo Bill Clinton, a pocos días de abandonar la presidencia, honró a Davos por el 30 aniversario de la cumbre. Poco a poco Trump se da cuenta de que se ha metido en su propia trampa al forzar el cierre parcial del Gobierno como táctica de presión para que se destinen 5.700 millones de dólares en los presupuestos generales para financiar su muro en la frontera. Los demócratas no ceden. Él reacciona como un animal enjaulado y amenaza con medidas extremas, como declarar una emergencia nacional «si hace falta» para apropiarse del dinero. Muchos empiezan a sospechar que el muro es lo de menos, «lo que le importa es ganar», concluyó 'Los Angeles Times' en su editorial.

EN SU CONTEXTO

  • 50.753 inmigrantes fueron detenidos en diciembre acusados de haber entrado ilegalmente en EE UU.

  • 27.518 de ellos cruzaron la frontera en familia. El 96% llegaron de Guatemala, Honduras y El Salvador.

  • Con el orgullo herido. Los líderes demócratas superaron en audiencia el discurso del mandatario desde el Despacho Oval

  • Sin final a la vista. La cancelación del viaje al foro económico de Suiza, previsto para el día 21, anticipa una crisis larga

Hay algo que le duele más que defraudar a sus bases: Los 'ratings'. El miércoles su primer discurso a la nación desde el Despacho Oval televisado en directo tuvo menos audiencia que la respuesta de los líderes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer. Eso es un golpe bajo. Él, que batió todos los record televisivos con su reality show 'The Apprentice', que se mofó en las redes sociales de Arnold Schwarzenegger por sus «patéticos ratings» al sustituirle en NBC, que obligó a su portavoz a mentir ante la prensa para defender que su investidura tuvo «la mayor audiencia de la historia»… La obsesión de Trump con los 'ratings' data, que se sepa, de 2009, cuando empezó a usar Twitter, pero es diez años después cuando su orgullo herido toca el nivel más bajo.

Tampoco su visita hoy a la frontera fue el 'prime time show' que le hubiera gustado. La mesa redonda con los agentes fronterizos de McAllen era previsible. Si se hubiera reunido con niños encarcelados para preguntarles por qué quieren llegar a EEUU hubiera desatado más expectación, pero la reunión que recomendaban sus asesores era, como él mismo reconoció, una foto que no hizo cambiar a nadie de idea.

Ataque a su falsa imagen

La víspera abandonó con un golpe sobre la mesa el encuentro convocado con los líderes demócratas para negociar una solución a la crisis de Gobierno, que hoy cumplirá 21 días y se convertirá en el mayor cierre de gobierno de la historia. El encuentro fue breve. «Les pregunté qué pasaría en un mes si destrabo rápidamente la situación, ¿aprobarían un presupuesto para Seguridad Fronteriza que incluya un Muro o una Barrera de Acero?», contó en Twitter. «(La portavoz Nancy Pelosi) dijo no. Le contesté, ¡adiós! No me sirve nada más. Una pérdida de tiempo total».

Al salir, Pelosi le atacó en lo que más le duele, su falsa imagen de hombre hecho a sí mismo. «Muchos funcionarios no recibirán (hoy) su cheque y eso tendrá consecuencias trágicas para los que no puedan pagar el alquiler, la hipoteca, la letra del coche o la matrícula de sus hijos. El presidente es insensible a eso, se cree que pueden arreglarlo pidiéndole dinero a su padre».

La Guardia Costera tenía otras sugerencias insensibles que colgó en su página web: hacer una venta de garaje o trabajar de 'babysitter'. Algunos han tenido ya que empeñar sus objetos más preciados para pagar medicamentos. El daño de esta excedencia forzada empieza a sentirse en la calle, donde los funcionarios más enojados llevan sus protestas con manifestaciones. Ocho legisladores republicanos han roto filas para votar con los demócratas por unos presupuestos sin muro que permitan reabrir el Gobierno.

No hay final a la vista. La cancelación del viaje presidencial a Davos, previsto para el día 21, anticipa una mayor duración de la crisis. Donald Trump es conocido por llevar al contrario al límite como táctica negociadora, pero esta vez parece que el que está llegando al límite es él mismo.

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