El mundo asiste estupefacto a la situación en EE UU

Las reacciones en Europa se sucedieron. El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que lo acontecido «no es estadounidense». «Cuando, en una de las democracias más antiguas del mundo, los partidarios de un presidente saliente (Trump) cuestionan, por las armas, los resultados legítimos de una elección, es una idea universal, la de un hombre, un voto, la que es batida en brecha», aseguró en un vídeo con las banderas gala, europea y de EE UU al fondo. «No cederemos a la violencia de unos pocos», zanjó.

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ya se había manifestado la noche del miércoles para condenar lo sucedido, afirmó que «España trabajará con Estados Unidos por un mundo más justo y el triunfo de la democracia sobre los extremismos». Mientras, el primer ministro británico, Boris Johnson, afeó en un tuit «las vergonzosas escenas».

La canciller alemana, Angela Merkel, se declaró «enfadada y entristecida» y opinó que Trump contribuyó a lo ocurrido al no reconocer su derrota, lo que llevó a sus afines a recurrir a la violencia. La mandataria, aun así, consideró que con la llegada de Biden a la Casa Blanca, EE UU abrirá «un nuevo capítulo».

«El Congreso de Estados Unidos es un templo de la democracia. Presenciar las imágenes en Washington ha sido un shock. Confiamos en que se garantice un traspaso pacífico del poder», señaló entretanto el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. En la misma línea, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo que cree en «la fortaleza de las instituciones y la democracia de EE UU» para superar la crisis.

Otros responsables de instituciones internacionales también reaccionaron con asombro. El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró «entristecido». «En estas circunstancias, es importante que los líderes políticos subrayen a sus afines la necesidad de evitar la violencia, así como de respetar los procesos democráticos y el Estado de derecho», recalcó.

Otros líderes mundiales, por el contrario, aprovecharon este episodio de violencia para lanzar dardos contra Washington. «Lo que hemos visto en EE UU muestra, ante todo, cómo la democracia occidental es vulnerable y frágil», lamentó el presidente iraní Hasán Rohani en un discurso retransmitido por televisión.

Aunque las autoridades de Moscú consideraron que el asalto al Capitolio es un asunto interno, advirtió que su sistema electoral es «arcaico» y «no responde a los estándares democráticos modernos». Rusia lamentó además que los medios de comunicación norteamericanos «se hayan convertido en instrumentos para la lucha política. «Deseamos al amigo pueblo estadounidense que supere con dignidad este dramático momento de su historia», añadió María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso.

En un tono similar, Venezuela condenó «la polarización política y la espiral de violencia» en Washington, que, según el Gobierno de Nicolás Maduro, «no hace sino reflejar la profunda crisis por que actualmente atraviesa el sistema político y social» de la potencia americana. «Con este lamentable episodio, EE UU padece lo mismo que ha generado en otros países con sus políticas de agresión», señaló su titular de Exteriores, Jorge Arreaza.