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Joe Biden. REUTERS
Biden se salta a los republicanos para aprobar el paquete de emergencia

Biden se salta a los republicanos para aprobar el paquete de emergencia

«El riesgo aquí es quedarse corto, no pasarse», dice Biden para defender el paquete de 1,9 billones tras confirmarse que el déficit laboral de EE UU es ahora peor que en la Gran Depresión

mercedes gallego

Corresponsal. Nueva York

Viernes, 5 de febrero 2021, 22:28

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Al alba, después de 15 horas de debate que se extendió hasta la madrugada, los demócratas utilizaron este viernes la escueta mayoría parlamentaria que tienen para aprobar la ley de reconciliación que permitirá pasar el paquete de rescate económico por valor de 1.9 billones de dólares, prometido durante la campaña.

Acababan así las negociaciones que el presidente abrió el lunes con un grupo de republicanos moderados a los que recibió en el Despacho Oval para cumplir su promesa de unidad y bipartidismo, pero que no suponían un serio comienzo al contraofertar un paquete muchísimo más pequeño. Los 600.000 millones de dólares que proponían eran apenas un tercio de lo que Joe Biden cree que necesita para mantener la economía a flote hasta que la pandemia esté bajo control.

«El riesgo aquí es quedarse corto, no pasarse», explicó este viernes al dirigirse a la nación. Los datos económicos ratifican la urgencia. Según el empleo de diciembre, revisados a la baja, EE UU perdió puestos pese a la temporada navideña, y en enero apenas añadió 49.000 puestos de trabajo, que apenas arañan los 22 millones perdidos en primavera pasada cuando la pandemia paralizó la economía, y de los que solo se han recuperado la mitad. El déficit laboral es en este momento peor que en la Gran Depresión que siguió al crack de 1929.

De esas lecciones se nutre el nuevo presidente, consciente de que la falta de ayuda a los gobiernos locales prolongó entonces la hemorragia de pérdidas de puestos de trabajo durante cinco años, pero también de su experiencia como vicepresidente de Barack Obama. Entonces él mismo lideró las largas y tediosas negociaciones con la oposición en busca de un consenso bipartidista, que al final no sirvieron para incorporar ningún voto republicano sino que hicieron perder a Obama el preciado tiempo de su mayoría en el Senado.

«Si tengo que escoger entre ayudar ahora a los estadounidenses que están sufriendo tanto, o meterme en un lodazal de largas negociaciones y aceptar una ley que no estaría a la altura de esta crisis, la respuesta es fácil», zanjó Biden.

800 enmiendas dispares

Aún así, ha tenido que rebajar sus aspiraciones para obtener el consenso de su propio partido, en el que demócratas conservadores como Joe Manchin se acercan más a los republicanos que al ala progresista de su partido. El largo debate sirvió para votar más de 800 enmiendas dispares en grupo que, para decepción de muchos, no pretendían mejorar la campaña de vacunación u ofrecer ayudas a las empresas, sino impedir que los inmigrantes indocumentados tengan acceso a ellas, por ejemplo, o reducir el límite de ingresos para recibirlas.

Son cambios aún por concretar que el nuevo presidente está dispuesto a aceptar, siempre que el cheque que reciban los estadounidenses agraciados no baje de los 1.400 dólares por persona. La portavoz del Congreso Nancy Pelosi calcula que la Cámara Baja tardará dos semanas en aprobar esta ley presupuestaria y entonces los senadores tendrán una nueva oportunidad de sumarse al esfuerzo para socorrer a los estadounidenses.

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