Borrar

Las acusaciones sexuales acechan al candidato de Trump

Una derrota de Roy Moore en las elecciones de Alabama conllevaría la pérdida de la exigua mayoría republicana en el Senado

M. GALLEGO

NUEVA YORK.

Sábado, 11 de noviembre 2017, 00:28

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Alabama tenía que haber sido un Estado seguro para el Partido Republicano. Donald Trump lo ganó por 28 puntos, como todos los candidatos del partido conservador en más de medio siglo, a excepción de Jimmy Carter, que tenía una granja de cacahuetes en Georgia y acento sureño. Hasta que un juez tan polémico como Roy Moore se convirtió en el candidato que puede dejar pequeños los escándalos de Trump. Ayer se supo que como ayudante del fiscal del distrito salía con adolescentes de hasta 14 años.

La víctima era Leigh Corfman. Un día de 1979 estaba sentada con su madre en un banco del juzgado a la espera de la audiencia para el divorcio de esta cuando un amable fiscal de 32 años se les acercó a charlar. «No dejes que tu hija escuche todo eso, yo me quedo con ella cuidándola», le ofreció. Encantada con ese hombre «tan amable», Nancy Wells no pudo imaginarse que en su ausencia Moore ligaría con su hija. Le dijo lo bonita que era, se interesó por sus asuntos del colegio y acabó pidiéndole el numero de teléfono, si es que no le importaba que la llamara para salir un día.

Corfman no se lo contó a su madre. Se sentía halagada por la atención de un hombre mayor y cuando recibió su llamada se escondió a hablar en su dormitorio. La noche que quedó con él esperaba que la invitase a cenar, pero él la condujo más de media hora hacia el interior del bosque. «Cuanto más tiempo pasaba, más nerviosa me ponía», contó a 'The Washington Post'.

Cuando él empezó a besarla le pidió que la llevase a casa, y lo hizo. Eso la tranquilizó de cara a la siguiente cita. Esta vez la llevó a su casa y de pronto salió de una habitación en calzoncillos, empezó a quitarle la ropa y a guiarle la mano a los genitales. «Yo nunca había tocado un pene, y menos uno en erección, me sentí muy incómoda y asustada». A la primera oportunidad se puso la ropa y le suplicó que la llevase a casa, lo cual hizo. No volvió a quedar con él, siempre le puso alguna excusa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios