La duda sobre si habrá visita guiada a la Casa Blanca

Periodistas y politólogos que han seguido a Trump de cerca estos últimos años coinciden en que su actitud durante las últimas 24 horas no es tanto producto de una estrategia bien calculada, sino del carácter de un hombre que no acepta ni la derrota ni una negativa por respuesta. Y uno de los problemas derivados de este comportamiento es cuando resulta ineficaz y descarrila. En Washington ya han empezado a cruzarse apuestas en torno a si el líder republicano llamará por teléfono a Biden para felicitarle, una tradición histórica que su círculo de confianza cree que no cumplirá. Tampoco está nada claro que el actual inquilino del Despacho Oval enseñe la Casa Blanca a su sucesor, como es costumbre (las apuestas aquí también son negativas y ya se habla del coronavirus como excusa), y ni siquiera es posible que acuda a la ceremonia presidencial.