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Lukashenko, en una iglesia de la localidad de Shershuni, a principios de este mes. EFE
La UE castigará a Lukashenko y a Rusia por el 'caso Navalni'

La UE castigará a Lukashenko y a Rusia por el 'caso Navalni'

El mandatario bielorruso ampliará la lista de 40 sancionados del régimen y se trabaja ya en el mismo correctivo para funcionarios de Putin

Salvador Arroyo

Bruselas

Lunes, 12 de octubre 2020, 22:05

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La UE abrió el melón de las sanciones a Bielorrusia en la última cumbre en Bruselas. Hace menos de dos semanas se lanzó un listado con cuarenta nombres de altos funcionarios (miembros del Gobierno, de los servicios de seguridad o del ejército) a los que se consideraba responsables de fraude en las elecciones del pasado 9 de agosto y de represión política. Quizás con la esperanza de poder forzar un cambio de rumbo en el régimen, de obligar a su presidente a entablar diálogo con la oposición, los líderes europeos optaron entonces por la gradualidad en el castigo; decidieron no aplicar a Alexander Lukashenko ese correctivo.

Pero en este tiempo Minsk no ha suavizado su proceder autoritario, como lo demuestra el hecho de que más de 700 personas fueran detenidas el pasado domingo en las protestas contra el dirigente bielorruso. Así que la UE no va a esperar más. Ya tardó casi dos meses en pulsar el botón de las sanciones y ahora está decidida a ampliar su onda expansiva: Lukashenko entrará en la 'parte 2' de esa 'lista negra'.

Los ministros de Asuntos Exteriores lo acordaron ayer en Luxemburgo. Habrá más castigos. «La UE está preparada para tomar otras medidas restrictivas, especialmente contra entidades y funcionarios de alto rango, incluido Alexander Lukashenko», pactaron. En paralelo un mayor apoyo «a la sociedad civil» reforzando la comunicación con «actores no gubernamentales».

La decisión se adoptó por unanimidad. Supondrá la prohibición de entrada en territorio comunitario para el mandatario de la ex república soviética -y también para miembros de su familia- además de la congelación de todos sus activos en 'territorio UE'. «No ha habido ningún mejora en Bielorrusia porque la violencia del régimen y el arresto de manifestantes pacíficos continúa», justificó Heiko Maas, responsable de Exteriores de Alemania, el país que ostenta la presidencia rotatoria.

Los ministros también dieron el OK a castigos contra funcionarios rusos por el envenenamiento del líder opositor Alekséi Navalni, de 44 años, que enfermó de gravedad el 20 de agosto en Siberia y que necesitó tratamiento en Berlín, donde sigue recuperándose. Navalni responsabiliza directamente a Vladimir Putin del supuesto atentado. Y la UE cree que Rusia no ha dado «una explicación creíble».

Faltan nombres y apellidos

Así que abre el procedimiento con un acuerdo político que debe concretarse. Hay que identificar a los funcionarios que serán sancionados. Además, el correctivo responde a una formulación algo ambigua: no castiga el acto en sí (lo que no significa que no se repudie) sino que formalmente justifica su decisión en el uso de una neurotoxina prohibida (del tipo Novichok) para cometer el supuesto crimen.

«No se ha hablado ni de personas ni de sectores ni de cuestiones sobre las que construiremos esas sanciones, aunque evidentemente no irán contra el pueblo ruso», explicó la responsable española, Arancha González-Laya. «Las sanciones son una manera de expresar nuestro rechazo a las armas químicas», añadió. El «inhibidor de la colinesteresa» (similar a dos componentes del Novichok) hallado en la sangre y orina de Navalni figura en la relación de productos vetados por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

El frente abierto contra Moscú no impide que se «mantengan los canales abiertos» sobre otros asuntos. La propia Alemania (firme defensora de esas sanciones) mantiene vivo el megaproyecto de gaseoducto que promueve con Moscú. Cinco son para Europa los «pilares» que han de mantener el diálogo estratégico: cambio climático, lucha antiterrorista, el Ártico, la desinformación y amenazas híbridas y el impulso de las relaciones en la frontera oriental (Ucrania, por ejemplo).

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