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Bienvenido, Mr. Trump

El presidente de EE UU visita las zonas más dañadas por el huracán 'Michael', donde aún se busca a decenas de desaparecidos

MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL

NUEVA YORK.

Martes, 16 de octubre 2018, 00:03

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Cinco días después de que el huracán 'Michael' convirtiese la costa de Panhandle (Florida) en zona de guerra, al presidente Trump le esperaban ayer en Lynn Haven como en 'Bienvenido, Mr. Marshall'. 'Help Us, Trump', escribió alguien en el tejado de un negocio destruido de Callaway, donde ondeaba una bandera estadounidense. Nadie sabía con certeza si iba a pasar por allí, porque la Casa Blanca no había hecho públicos los detalles de la gira que le llevó a supervisar el desastre de Florida y Georgia en helicóptero, junto a su esposa, Melania. Él, con un impecable pantalón beige y ella, de camisa blanca, rezagada en conversación con los supervivientes mientras su marido hablaba de los árboles caídos con la alcaldesa Margo Anderson. Les aguardaban en un centro de distribución de emergencias interminables colas de ciudadanos como zombies que mendigaban un plato de comida, una garrafa de agua o un albergue para su familia.

El huracán más potente que ha tocado tierra en Florida desde Andrew en 1992, y uno de los más devastadores en la historia de EE UU, acumula ya un saldo de 18 muertos pero quedan decenas de personas desaparecidas. De ellas, 35 vivían en Mexico Beach, una playa de mil habitantes en la que no ha quedado piedra sobre piedra después de que el monstruoso huracán entrase por ella. Los cuerpos de rescate tardaron días en poder llegar, al encontrarse las carreteras bloqueadas por montañas de barcos enredados con las casas y árboles que el meteoro arrancó de cuajo y lanzó muchos kilómetros al interior.

A 20 kilómetros de la playa de Panama City, tierra adentro por la bahía, Lynn Haven era ayer un mosaico de escombros y casas con plásticos por tejado. El 80% de las viviendas habían quedado dañadas, según la estimación de la alcaldesa de la segunda ciudad más poblada de la zona, que no llega a los 18.500 habitantes. Eso es lo que ha salvado el desastre humanitario de alcanzar las dimensiones de 'Andrew' o 'Katrina', pero para los miles de habitantes que ni siquiera son portada mundial su tragedia personal no desmerece de la que vivieron entonces Miami o Nueva Orleáns.

Confrontado por la falta de luz eléctrica que padecen 230.000 personas en Florida y otras 125.000 en Georgia, Trump aseguró haber tenido a miles de electricistas «del más alto nivel» entrando a la zona «justo detrás del huracán» para las reparaciones pertinentes. «El problema es que llegan a solares vacíos donde no hay ni rastro de casas, el huracán las voló de raíz», explicó.

Los colegios no tienen fecha para reanudar el curso y muchos habitantes lograron comunicarse ayer por primera vez con sus familias gracias a la cobertura de satélite que llevaron las televisiones para cubrir la visita del presidente. Su particular Mr. Marshall seguía a la llegada de 17.000 empleados de servicios públicos, 2.000 de las compañías telefónicas y 4.000 tropas de la Guardia Nacional. Con todo, y pese a casi no haber señal, los bomberos de Panama City decían haber recibido más de 200 llamadas de socorro que no podían atender. «Lo que nos está llevando más tiempo es llegar hasta los sitios», explicó el jefe de bomberos Alex Baird.

El gobernador Rick Scott, que hace campaña por un sucesor republicano, correspondió a los halagos del presidente asegurando que ha hablado con él «prácticamente todos los días», le defendió ante la prensa. «Estamos haciendo más de lo que probablemente se haya hecho nunca», corroboró Trump.

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