Varios vecinos de Alameda se ofrecen a comprar la casa de Fran Custodio para evitar su desahucio
La operación cuenta con el apoyo del Ayuntamiento, que intenta abrir una vía de negociación con el fondo propietario, mientras busca aplazar cualquier nuevo intento de lanzamiento
Han pasado varias semanas, pero Alameda sigue inmersa en un pulso judicial y social para evitar que Fran Custodio, vecino de 64 años con un 93 % de discapacidad, pierda la vivienda en la que nació y ha vivido siempre. ... Tras semanas de tensión y movilización en las calles, la solución más sólida (y por ahora la única viable) viene de la mano de un grupo de particulares del propio municipio, dispuestos a adquirir la casa y cedérsela a este vecino malagueño mientras viva.
El Ayuntamiento, consciente de las dificultades del afectado para negociar y del hermetismo del fondo de inversión que posee la vivienda, se ha situado como intermediario directo en un proceso que depende ahora de la apertura de un canal de diálogo por parte de la empresa propietaria.
De hecho, dicha propuesta ha sido formalizada ante el Juzgado número 3 de Antequera mediante un acta notarial firmada por varios vecinos interesados en la compra. El alcalde, José García Orejuela, y la teniente de alcalde, María Zanello, entregaron ese documento, junto a un escrito municipal que certifica la veracidad de la iniciativa, con el fin de que el órgano judicial conozca la existencia de una alternativa real y permita aplazar cualquier nuevo lanzamiento hasta que se pueda concretar un acuerdo.
«Hay varias personas y algunos grupos dispuestos a unirse para adquirir el bien. La intención es que Fran pueda vivir allí mientras viva; después, ellos decidirían qué hacer con la vivienda», explica el regidor en declaraciones a este periódico. Además, el edil ha confirmado que el Ayuntamiento no aportaría fondos para la compra, pero sí actúa como interlocutor, dado que, según recalca Garcia Orejuela, «a una institución se le atiende mejor que a un particular». Por ello, el Consistorio se ha implicado de lleno en abrir la negociación y ofrecer una vía formal que permita desbloquear el conflicto.
Sin comunicación
La necesidad de esta mediación se explica por el bloqueo con el fondo de inversión propietario, al que vecinos y autoridades locales no han logrado acceder de forma directa. El mediador con el que se mantenían las conversaciones ya no trabaja para la empresa y la dirección de zona ha cambiado recientemente, complicando aún más cualquier intento de diálogo. «No hemos tenido contacto directo. Solo indirecto. Y necesitamos negociar para concretar la operación», lamenta el alcalde. Según detalla, el fondo elevó la última cifra para la venta hasta los 40.000 euros. Algunos de los particulares implicados están dispuestos a asumir ese importe, pero reclaman seguridad jurídica y una vía de comunicación estable para formalizar la operación.
Orejuela sobre el fondo de inversiones:«No hemos tenido contacto directo. Solo indirecto. Y necesitamos negociar para concretar la operación»
Esta situación mantiene en vilo a Alameda desde el intento de lanzamiento del pasado 17 de octubre, cuando más de 500 vecinos se concentraron frente a la vivienda para impedir el desahucio. La respuesta social evidenció el arraigo del afectado y el rechazo generalizado a un procedimiento que ignora su vulnerabilidad extrema, respaldada por informes oficiales.
Cabe recordar que, el origen del conflicto se remonta a más de cuatro décadas, cuando el padre de Fran puso la vivienda como garantía para la compra de una finca. Una deuda de unos 36.000 euros, que ha sido objeto de sucesivas propuestas de pago —incluso superiores a la cantidad pendiente—, ha terminado en manos de un fondo que, pese a recibir ofertas de hasta 60.000 euros, no ha respondido a ninguna propuesta de acuerdo.
Mientras el avance judicial y la posibilidad de una nueva fecha de lanzamiento siguen en el aire, el Ayuntamiento insiste en que la propuesta respaldada por vecinos es la vía más humana, realista y justa. Para Fran Custodio, la vivienda no solo es su hogar, sino el único espacio adaptado a su movilidad reducida. «Esta casa es lo único que realmente se ajusta a sus necesidades», subraya García Orejuela.
A la espera de que el fondo acceda a sentarse a hablar, Alameda confía en que la iniciativa de sus propios vecinos, canalizada a través del Ayuntamiento, consiga lo que hasta ahora no ha logrado el proceso judicial: garantizar que Fran siga viviendo en la casa en la que ha pasado toda su vida.
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