Mariana Márquez: «De niña veía la serie Hotel y me imaginaba como directora en sus pasillos»

-¿Cómo terminó en Ronda?

-Llevaba ocho años trabajando en la cadena Catalonia, estaba en el Hotel Catalonia Barcelona Plaza. Este hotel (el de Ronda) estaba en obras y me propusieron encargarme del proyecto. No conocía Ronda, pero tenía muchas ganas de hacerlo, así que no me lo pensé y dije que sí. Siempre me llamó la atención la temática hotelera. De niña veía la serie Hotel y me imaginaba como directora en sus pasillos. La vida me llevó por donde quiso unos años, me dediqué al sector financiero y con 27 años decidí estudiar dirección hotelera. Tuve la suerte de que me enviaron a realizar prácticas en el Plaza.

-Es catalana...

-Sí, pero mis raíces, por parte de padre, están en Sevilla... me tira la tierra, tengo más carácter andaluz que catalán.

-¿Cómo fue la primera impresión que le causó Ronda?

-Vine aquí, teníamos que montar todo... si hay algo que me llevo y me llevaré siempre es el equipo, mi gente ha apostado por este proyecto al 100%, tenemos unos lazos muy estrechos, algo que en Madrid o Barcelona sería imposible. Vamos todos a una... yo soy más emocional que cerebral y para mí esto ha sido un descubrimiento. Después, el resto de los rondeños jamás me ha hecho sentir como una extraña, me han acogido con los brazos abiertos y te puedo decir que tengo grandes amigos aquí. Ronda me apasiona, no he visto ningún lugar con similares atardeceres, ni con la magia que tiene.

-No se quiere ir a Barcelona...

-No me quiero ir a Barcelona. Me sigo quedando en Ronda por mucho tiempo.

-Imagine que la Covid-19 no existe, ¿cómo estaría este hotel?

-Nada que ver, pero nada... estaríamos en torno al 80% de ocupación y si llegamos a un 30% ahora, nos podemos dar con un canto en los dientes. Nos vamos a mover con cliente nacional. Por ejemplo, para la Corrida Goyesca, antes del virus, estábamos reservando ya para 2021.

-Es más emocional que cerebral, ¿cómo fue cerrar el Hotel?

-Días antes del estado de alarma estuve en Barcelona y regresé con gran preocupación, la situación estaba mal, el ambiente, muy enrarecido... aquí, en temporada alta, hay 50 familias que comen de este trabajo. Antes del estado de alarma cerramos el restaurante, limpiamos todo, lo dejamos impoluto... teníamos algunos clientes y les avisamos antes para que no se encontrasen con el posible problema de no poder volver a sus países. Fue muy triste: estaba todo vacío, una situación muy fría y desoladora.

-¿Le ha tocado de cerca el coronavirus?

-No, toco madera, ni a familiares, ni a amigos, ni a nadie del equipo... salvo a un compañero que tuvo un amigo ingresado en Madrid casi 80 días y... acabó mal.

-¿Es estricta con las medidas de seguridad y prevención?

-Sí, además trabajo en un establecimiento público y existe mayor responsabilidad. En Ronda, creo que lo estamos haciendo muy bien, en general.

-¿Cree que hay miedo a alojarse en un hotel?

-No hay que tenerlo, puesto que las medidas de seguridad y prevención están elevadas a la enésima potencia... Ventilamos mucho más las habitaciones, las limpiadoras ventilan y a la hora, limpian; hemos eliminado cojines, papelería en las habitaciones, alfombras...; se usan productos que están homologados; la limpieza es muy exhaustiva...

-¿Cuál es el principal reto del sector en este momento?

-Justo vencer el miedo del que hablábamos, ofrecer al cliente seguridad y tranquilidad, que sepa que cuando se aloja en hoteles, no hay riesgo de contagio en ningún momento. El viajar es una forma de vida y esto te aporta felicidad.

-Cambiando de tercio, ¿alguna anécdota como directora de este hotel?

-Recuerdo en la primera etapa un día con un temporal tremendo, hacía mucho viento, lluvia... recogimos el mobiliario de la terraza pero las rachas de viento movieron macetas... y una de las mesas acabó destrozada y las patas salieron volando.. Creía que habíamos matado a alguien, bajamos a la calle Virgen de la Paz a buscar las patas de la mesa y no las encontramos. Pocos días después, hablando con un trabajador de Unicaja (la entidad se sitúa en la planta baja, el inmueble del Hotel acogía la antigua sede de la Caja de Ahorros de Ronda), me comentó que en la plaza de toros se habían encontrado, en el ruedo, hasta las patas de una mesa...

-¿Fue a recogerlas?

-No.

-¿Cómo describiría este hotel con tres adjetivos?

-Elegante, singular y acogedor.

-¿Cuál es su rincón favorito?

-Tengo dos: esta terraza y la de arriba, con la piscina y las vistas a la plaza de toros, al atardecer... Es muy zen.

-¿A quién se traería a cenar al restaurante panorámico del hotel?

-¿A nivel personal?

-Abra el abanico...

-He traído a mi círculo, pero si tengo que elegir, a Joaquín Sabina, desde aquí hago un llamamiento por si quiere venir a alojarse (ríe); también a Risto Mejide, a Luis García Montero, José Sacristán, Lola Herrera...