En estos procesos de primarias (tanto federal como regionales, provinciales y locales) solo podían participar aquellas personas que fueran militantes dados de alta antes del 1 de abril de este año. El teniente de alcalde de Cártama y mano derecha de Gallardo, Miguel Espinosa, se encargó el pasado 30 de marzo de entregar en mano –dos días antes de acabar el plazo– 69 nuevas altas de militancia en la propia sede de Ferraz en Madrid, de cuyo registro aún guarda un recibo.
Sin embargo, y por motivos que en su momento no fueron aclarados, la Gestora liderada por Javier Fernández decidió no tramitar estas altas pese a haber entrado en tiempo y forma. Según la teoría del PSOE de Cártama, las citadas altas no fueron incluidas en el censo por la cercanía del alcalde cartameño con la candidatura de Pedro Sánchez, aunque su inclusión fue reclamada desde el primer momento. Estas mismas fuentes señalan que hace unas semanas se les comunicó «de forma verbal» que las alegaciones habían sido aceptadas. De esta manera, y pese a que el censo está cerrado desde el 1 de abril, éste habría sido modificado con una ampliación que se tuvo que haber dado desde el primer momento.
Pese a ello, aún no está claro que estas 69 personas puedan ejercer su derecho al voto el próximo 1 de octubre (cuando se elige secretario general provincial entre Ruiz Espejo y Fuentes); ya que de momento han perdido su derecho a avalar. Aunque en las anteriores fases (nacional y regional), el Comité de Garantías federal había mandado los listados a las provincias para poder cotejar la recogida de avales, en este caso el citado comité había emitido una instrucción de obligado cumplimiento sobre el uso de una aplicación destinada para tal fin, especificando que debía ser la única forma de hacerlo. En el caso de Málaga, el cotejo de las firmas realizado a lo largo de todo el sábado pasado a través de esta herramienta emitió un primer resultado: 1.359 apoyos para Rafael Fuentes y 3.265 para José Luis Ruiz Espejo.
Sin embargo, y ya pasadas las 2 de la mañana del domingo, el Comité de Garantías provincial, y por motivos que aún se desconocen, decidió cotejar los avales –además de con la aplicación– con los censos físicos en papel que se habían usado para los procesos regional y federal, que en teoría deberían ser los mismos que se cerraron el 1 de abril. Tras realizar el conteo, la cifra definitiva fue de 1.290 avales para Rafael Fuentes (solo 13 por encima del mínimo requerido) y 3.264 para Ruiz Espejo. A última hora, este comité decidió dar este segundo resultado por válido y definitivo, a falta de las alegaciones y recursos que finalmente la candidatura de Rafael Fuentes ha rechazado ejercer.
Conseguidos los avales por ambos, la discrepancia de estas 69 personas parece a primera vista no tener importancia, aunque en realidad podría ser determinante. Si no pueden avalar por no aparecer en el censo, lo lógico es que tampoco puedan ejercer su voto el 1 de octubre, y lo que es más importante, el día que se celebre su asamblea local, que en este caso corresponde a Cártama.
La agrupación de este municipio del Valle del Guadalhorce cuenta en estos momentos con unos 120 militantes divididos casi a la mitad entre críticos y oficialistas, por lo que añadir a la ecuación 69 personas más terminaría sin duda alguna por decantar la balanza a favor de Jorge Gallardo.
A su vez, el sector crítico local lo lidera Noelia Suárez, secretaria provincial de las Juventudes Socialistas y recientemente nombrada coordinadora del Instituto Andaluz de la Juventud. Además, Suárez suena como una de las personas clave en la próxima ejecutiva de Ruiz Espejo en caso de que gane las primarias, probablemente como secretaria de Organización.
¿Quién decide la validez?
Uno de los elementos que primero destacan desde Cártama es que el único organismo que tiene potestad y control sobre el censo del PSOE es su Secretaría de Organización federal. Consideran que la actitud «torticera» del Comité de Garantías provincial de no contar los avales como se les había indicado fue una acción que tenía un fin «más a largo plazo» que el propio proceso provincial. «Quieren cargarse a Jorge (Gallardo) porque les hace mucho daño. Es un alcalde que gana elecciones y que encima no se calla cuando tiene que criticar al PSOE o a la Junta», aseguran desde el partido a nivel local.
De cara a las elecciones internas del 1 de octubre y la asamblea local, la ejecutiva federal deberá mandar a las agrupaciones un censo actualizado para controlar quién puede votar. Desde Cártama (el sector oficial) aseguran que no tienen ninguna duda de que estas 69 personas aparecerán en el censo, aunque sí esperan que, para evitar dudas, la dirección nacional haga pública la resolución con la que se comunica que estas altas se entregaron en tiempo y forma. Así se daría la paradoja de que un censo que no puede crecer porque está cerrado, se aumente en 69 militantes que debieron ser incluidos en su momento.
Por si esto no fuera poco, fuentes del PSOE de Cártama denuncian que unos días antes del 30 de marzo, fue la propia Noelia Suárez la que entregó 54 altas nuevas de militantes que en su caso sí se tramitaron por parte de la gestora. «Estas altas venían llenas de irregularidades, como una que era de un menor de edad que cumplía los 18 después de firmar el alta y antes del 1 de abril, para que así pudiera votar», relatan. Además, en este ‘paquete’ de personas que se enrolaron en las filas socialistas habría, según las fuentes, «varias personas que ni viven ni trabajan en el pueblo», condición imprescindible a la hora de escoger agrupación.
«Y como hecho insólito, las solicitudes ni siquiera pasaron por la ejecutiva local como es habitual, sino que se entregaron directamente en la sede provincial», añaden. «Esto prueba que solo está el objetivo de relevar a un alcalde con apoyo popular por una venganza personal; y eso es una irresponsabilidad y una falta de lealtad con el partido», sentencian desde Cártama.
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