Las importaciones de fuera de Europa ponen en jaque a la producción de limones del Guadalhorce

En una rueda de prensa celebrada recientemente en Málaga, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) Málaga expresó su preocupación por la situación crítica que enfrenta la cosecha de limones en la zona, ya que esta doble amenaza está poniendo en riesgo la estabilidad económica de la comarca. En este sentido el responsable de Cítricos de COAG Málaga, Juan Bedolla, describió la difícil situación que atraviesan los agricultores locales: «En esta última semana del año nos hemos visto enfrentados a una caída de precios sin precedentes que en el caso del limón convencional ha caído hasta los 15 céntimos y en el caso del ecológico hasta los 20 céntimos», aseguró.

Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) publicado por COAG, el limón es uno de los productos más afectados por la brecha de precios desde la producción hasta el consumo, con una diferencia del 683% en noviembre. Esta brecha amenaza con aumentar, ya que el precio a pie de campo es de 0,15 céntimos y en el supermercado alcanza casi los 2 euros para el limón convencional. «La situación es insostenible para nosotros, los agricultores, pues el coste de producción medio de un kilo de limones asciende ya a los 30 o 35 céntimos. Estamos trabajando una vez más por debajo de costes de producción», añadió Bedolla.

La comarca del Valle de Guadalhorce, que representa el 49,1% de la producción total de limones en Andalucía, se encuentra en una situación crítica debido al aumento del 50% en las importaciones de Sudáfrica y casi el 14% de las importaciones de Turquía durante la presente campaña. En este sentido, Antonio Rodríguez, secretario provincial de COAG Málaga, destacó la falta de respeto a los estándares europeos por parte de estos países, poniendo en peligro la calidad del producto.

Rodríguez criticó la falta de atención de las instituciones europeas ante esta amenaza, señalando: «Es una vergüenza que el foco mediático se centre solo en presionar al consumidor para que consuma productos sin huella de carbono, mientras las instituciones europeas permiten que accedan a nuestros mercados alimentos sin los estándares de calidad que se nos exigen a nosotros», criticó.

En este sentido, los regantes del Guadalhorce, coinciden en que la crisis en la cosecha de limón del Guadalhorce requiere una atención inmediata y acciones coordinadas para proteger a los agricultores locales y preservar la calidad del producto en la región, sumándole la desesperación por la extrema sequía que atraviesa la provincia y la falta de agua para regar, lo que les ha llevado a no tener cultivos de invierno ni previsiones para 2024. «Como malagueños, los agricultores estamos muy contentos de que Málaga crezca, pero no entendemos cómo la Junta no busca una solución para compensar las pérdidas en la agricultura. Estamos muy contentos de que Málaga sea el Sillicon Valley de Europa, pero la ruina y el paro va a ser solo para los autónomos y los empresarios del campo», señalaron a SUR esta misma semana desde la directiva de la Asociación de Regantes de Málaga (Aprema).