Dos detenidos por apuñalar en un atraco al dueño de una fábrica de mantecados de Antequera

Al ver que iban a robar, intentó defenderse y escapar como pudiera, recibiendo en el intento una herida de arma blanca entre el tórax y la clavícula y varios golpes más. El empresario intentó zafarse de ellos, salió por sus propios medios de la vivienda y corrió hasta las dependencias de la Policía Local de Antequera, situada muy cerca del lugar de los hechos. Una vez alertadas las Fuerzas de Seguridad, comenzaron las investigaciones para capturar a los dos supuestos sospechosos, así como evaluar los daños, que no afectaron a la fábrica, la cual ayer abrió sin problema alguno.

El dueño de la empresa fue trasladado en ambulancia al Hospital Comarcal de Antequera, donde permanece en observación, a la espera de evolución, y bajo tratamiento médico, según indicaban anoche desde el centro hospitalario. Al parecer, la herida de arma blanca le ha afectado a la pleura, por lo que hay que esperar a que drene el aire y la sangre derivadas del pinchazo en el costado.

La Policía Nacional, por su parte, abrió una investigación del asalto, buscando a los sospechosos y tratando de esclarecer lo sucedido, así como el botín que pudieron llevarse de la fábrica de mantecados de la célebre marca de La Perla (al menos le robaron el móvil al empresario, por lo que no pudo utilizarlo para pedir auxilio).

Según ha podido confirmar este periódico, solo unas horas después del suceso, los investigadores arrestaron a dos hombres en relación al atraco. Al parecer, las imágenes captadas por una cámara de seguridad situada en la calle Infante Don Fernando ha servido para identificar a los dos sospechosos, que se encuentran bajo custodia policial a la espera de que los agentes culminen el atestado y los pasen a disposición de la autoridad judicial.

Mientras, la fábrica de mantecados seguía ayer con el ritmo normal de trabajo y permanecía abierta al público para ultimar los pedidos navideños, que como es lógico aumentan considerablemente en estas fechas. Los trabajadores se mostraban preocupados por el suceso, aunque alentados por el mensaje del dueño, que les indicaba que quería estar allí lo antes posible. De hecho, incluso pidió el alta voluntaria para volver al trabajo.