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Mil gallinas de campeonato

La competición nacional de avicultura llena Álora de ejemplares de numerosas razas y variedades

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Sábado, 25 de noviembre 2017, 17:04

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Llegando a Álora ya se nota que el día era especial. Varios carteles colocados kilómetros antes de llegar al municipio anunciaban el evento que ha revolucionado a los perotes: el campeonato nacional de avicultura, colombicultura y cunicultura. El pabellón Antonio Henares acoge este fin de semana –desde el ayer hasta mañana a las 14.00 horas–, a los más de mil ejemplares participantes y a los ganadores, que se conocieron en la primera jornada de la competición. Gallinas de diferentes razas, patos, palomos y conejos gigantes están congregando a numerosos asistentes que no han desaprovechado la oportunidad de conocer a las aves de raza que más se aproximan a la perfección dentro de sus variedades.

El campeonato nacional, que ha sido organizado por el Ayuntamiento de Álora y la Federación Española de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura de Raza (Fesacocur) se está celebrando, en palabras de la organización, para «divulgar las razas autóctonas y fomentar su cría y conservación». Así, con la participación de la Fundación Unicaja y la Asociación Malagueña de Criadores de Gallinas Andaluzas Sureñas, el entorno del pabellón municipal cuenta con dos espacios destinados a tal fin, además del interior, (uno de ellos convertido en mercado).

Aunque la apertura de la muestra no se hizo hasta ayer, el jurado llevaba analizando a los ejemplares desde el jueves. El programa de actividades cuenta, además de con exhibiciones, con las intervenciones de diferentes expertos en veterinaria y genética.

Imagen principal - Mil gallinas de campeonato
Imagen secundaria 1 - Mil gallinas de campeonato
Imagen secundaria 2 - Mil gallinas de campeonato

Teodoro Moreno, presidente de Fesacosur, explica que es la primera vez que este evento se realiza en Andalucía y que llevarlo hasta esta comunidad «era un reto» que se propusieron como objetivo: «Queríamos establecer mecánicas y sentar las bases para que se puedan hacer eventos de este tipo con regularidad». Señala que durante el encuentro se están produciendo «numerosos contactos» con asociaciones locales, por lo que de momento, el balance es «muy satisfactorio».

Moreno explica que, a pesar de que el objetivo de la federación es divulgar y proteger las razas españolas, «hay muchos criadores a los que les gusta trabajar con variedades de fuera», aunque la gran mayoría «son de aquí» –del grupo extranjero destacó los ejemplares de gallina serama, «la más pequeña del mundo»–. Con respecto a las razas nacionales, el presidente señala que en este campeonato ha habido muchas gallinas sureñas, azules y pintadas asturianas, aunque también resalta la «gran representación» de la castellana. En cuanto a las palomas, Moreno explica que ahora «están de moda las clásicas», mensajeras de color y buchones nacionales. «Ha venido un representación muy amplia de razas de las Islas Baleares», apunta.

Gigante desconocido

Uno de los grandes atractivos del campeonato son los conejos, un animal que no suele ser criado en el sur de España, quedando concentrada la mayoría de la tradición en Asturias. «Es un animal que lo pasa muy mal con el calor, por eso en Andalucía es raro que se vea». Moreno se refiere al conejo gigante español, una variedad muy llamativa que ha sido la favorita entre los más pequeños. Dicha raza fue reconocida como raza en 1921, fruto del cruce del gigante de flandes y el lebrel español. Estos conejos pueden llegar a pesar entre seis y ocho kilos y rozan el metro de longitud. Además, (para disfrute de los niños), es muy dócil y no se estresa en presencia de humanos, aunque se trata de una raza ágil y cuya velocidad contrasta por el gran tamaño de sus patas.

El presidente de la federación recuerda que, además de reconocer y divulgar las razas españolas, el evento tiene también una misión paralela: «Los que estamos metidos en esta actividad somos conservacionistas, no somos productores». Según explica, «si no fuese por la federación habría muchas razas autóctonas que habrían desaparecido». Por tanto, hace un llamamiento a las administraciones para que no encasillen a los que mantienen las razas por pasión a la naturaleza «como simples productores».

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