Carátulas alhaurinas para dar vida a La Pasión

A simple vista parecen máscaras. Distintos colores, materiales y formas para cubrir el rostro de quien la lleva. Pero los mayores de los municipios de la provincia en los que predominaba esta tradición las recuerdan como carátulas. En Alhaurín de la Torre, uno de los pueblos malagueños en los que esta costumbre estaba más arraigada, han surgido dos colectivo para revivir los ritos y mantener viva la tradición:la Asociación Puente del Rey, fundada en el año 2010, y la Asociación de Fieles de Jesús Caído del Paso y María Santísima de la Amargura (conocida coloquialmente como El Paso de Alhaurín de la Torre), creada en el año 2017. Esta última agrupación llevó sus carátulas y sus trajes tradicionales al Festival Internacional de la Máscara Ibérica, un encuentro celebrado en Lisboa en el que se rinde culto a las tradiciones de la península.

El presidente de El Paso e historiador alhaurino, Manuel de Molina, explica que esta tradición para representar la Pasión de Cristo alcanzó gran popularidad en el siglo XIX en los pueblos del sur de España. Los estudios de Molina se han basado, en parte, en los detalles de una docena de fotografías tomadas el Domingo de Ramos de 1913 y por otras captadas en torno a 1929. «Por ellas conocemos la gran participación popular y la importancia del auto, que si bien no era ostentoso en ropajes y enseres, sí lo era en variedad y riqueza etnográfica», comenta el experto.

Las representaciones en vivo con las carátulas eran de lo más singular. Tal y como se observa en las fotografías que documentó De Molina, lugareños se vestían con sus mejores trajes y portaban palmas. «En las fotografías hay niñas y jóvenes vestidas de blanco con corazones bordados en el pecherón, de las cuales casi todas llevaban alas de ángeles en la espalda y guirnaldas de flores en el pelo». Su función era la de anunciar la llegada de un vecino caracterizado de Jesús que iba acompañado de los apóstoles y les seguían los evangelistas y Abraham. «Todos tenían las caras cubiertas con carátulas y el apostolado llevaba viseras doradas a modo de halos con el nombre del personaje representado.» Algunos llevaban también cabellera postiza de pelo natural y otros portaban largas pelucas trenzadas en pita, que en las representaciones actuales se ha colocado a la carátula de San Pedro. Además, algunos participantes portaban misterios o atributos alegóricos y otros simples ramilletes de flores.

En los cortejos de principios del siglo pasado también marchaba una escolta de 'armaos', «una tropa a buen seguro uniformada con trofeos de la Guerra de la Independencia, pues iba vestida con casaca adornada de charreteras, amplio fajín a la cintura y banda ancha sobre el pecho», comenta el historiador. «Unos iban tocados con un morrión de fieltro que recuerda al usado por los granaderos y húsares, donde prendían insignias y abalorios». Tras ellos iban los romanos, con «cascos apuntados provistos de visera y en el cuerpo jubones o túnicas cortas de distintos colores, fajines, bandas, pañuelos anudados al codo y medias o vendas cubriendo las piernas».

La asociación de El Paso acompaña desde su fundación a la Virgen de la Amargura, en su salida procesional del Martes Santo. Pero el pasado fin de semana, la agrupación abandonó las fronteras alhaurinas y viajó hasta Lisboa. Allí se celebró el FIMI 2019, que celebra su XIV edición, y El Paso era el encargado de representar las tradiciones del sur de España –fueron los únicos participantes de Andalucía–.

En este festival, la mayoría de los participantes acuden con máscaras y elementos rituales de corte festivo y carnavalesco, pero no exclusivamente, ya que la intención del FIMI es presentar al público las distintas expresiones culturales, antropológicas y etnográficas de Portugal y España, sin límites ni cotas. Además, en las últimas ediciones, la organización ha invitado a grupos de otros países, que en esta ocasión llegaron de China, Colombia, Hungría e Italia.