El Burgo mantiene viva la celebración del día de la 'Sopa de los Siete Ramales'

Según explican desde la organización, la sopa de los siete ramales ha llegado a convertirse en «un plato emblemático del municipio», adaptándose con el paso del tiempo, aunque manteniendo su esencia basada siempre en los productos de la tierra ya que fue creada por los trabajadores del campo.

Sus orígenes se remontan a la labranza, ya que se trata de una receta humilde que preparaban los campesinos, y es un ejemplo representativo de dieta la dieta mediterránea basada en la combinación de productos de la huerta. La denominación del plato viene dada por los ingredientes principales con los que se elabora: pan cateto, ajo, patata, tomate, pimiento, espárragos y huevos frescos.

Los vecinos de El Burgo mantienen viva la leyenda que dice que esta sopa campera sabrá mejor si se degusta en un 'dornillo'. Se trata de una cazuela de madera, normalmente de olivo o encina, y la tradición no está completa si no se toma con una cuchara de palo. Su preparación se inicia en las primeras horas del día, ya que hay que realizar manualmente el desmigado de pan y el sofrito de las distintas hortalizas para que al mediodía estén listas las miles de raciones con las que se obsequiarán a los asistentes.

Desde Diputación recuerdan que la celebración de esta festividad se convierte en la ocasión perfecta para reunir a familias y vecinos que tras deleitarse con una ración de sopa pueden disfrutar de una variada jornada en la que no faltan las visitas guiadas, actuaciones musicales de pandas de verdiales y coros rocieros, y un mercadillo artesanal.