El sobresueldo de Bertín Osborne por el buen dato de audiencia con Fran Rivera
Por cada décima de share conseguida por encima del 18 por ciento, el presentador jerezano se embolsa mil euros extra
sur
Jueves, 5 de mayo 2016, 11:05
El estreno de 'Mi casa es la tuya' de la semana pasada no recogió grandes datos de audiencia, pero en su segunda entrega, ... con la entrevista al torero Francisco Rivera, Bertín Osborne se tomó la revancha. El programa obtuvo un 21,5 por ciento de share frente al 18 de su rival. Un buen resultado que permitió que el presentador se embolsara una paga extra, ya que en su contrato está estipulado que cobrará mil euros de más por cada décima que consiga por encima del 18 por ciento. Así, además de los 30.000 euros que ingresa en cada entrega, el lunes logró 35.000 de bonus.
El diestro estuvo muy relajado con el jerezano, lo que ayudó a que la conversación fluyera y que éste repasara incluso de aspectos privados de su vida que suele evitar con la prensa del corazón. Así, Rivera no tuvo tapujos en hablar de la muerte de su madre, Carmina Ordóñez, y del peligro que supone para la estabilidad de una familia que uno de sus miembros caiga en las drogas. También reconoció que su relación con su exmujer, Eugenia Martínez de Irujo, no es muy buena, aunque puntualizó que ambos mantienen la coordialidad por el bien de su hija, Tana. De ésta dijo que tiene enorme complicidad con su actual esposa, Lourdes Montes, de la que habló con admiración y relató cómo comenzaron a salir.
Durante la distendida conversación, el torero recordó la trágica muerte de su padre, Paquirri, en Pozoblanco, y conoció una historia personal que guardaba Bertín, quien le contó que aquel fatídico día él actuaba en el mismo pueblo y se enteró de la noticia por un Guardia Civil que le paró en un control.
Osborne y Rivera grabaron el programa en la finca familiar del torero, en Ronda, en donde se casó el diestro. Allí mantuvieron un charla amigable y, como es tradición en el programa, cocinaron una comida que luego degustaron con sus esposas. En esta ocasión el menú fue sencillo: unos huevos fritos con patatas. Eso sí, volvieron a quedar en evidencia ya que ninguno de los dos tenía ni idea de cómo encender una cocina de gas. Francisco Rivera llegó a ponerse una cacerola a modo de casco protector porque, según confesó, tenía pánico a que hubiera una explosión. Y no fue su único miedo confeso: en otro momento de la charla Rivera admitió que no soporta dormir a oscuras.
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