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Al habla el presidente

Al habla el presidente

Los líderes mundiales no pueden vivir sin móvil, y Merkel y Hollande tienen hasta dos. Llevan terminales más seguros, pero no se libran del espionaje

Ester Requena

Miércoles, 16 de julio 2014, 01:25

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El móvil de Barack Obama esconde secretos más importantes que la fórmula de la Coca Cola. Imagínense los contactos que tendrá almacenados, la de asuntos de Estado que guardará ahí dentro... Además de alguna que otra foto curiosa, aunque seguro que nada tan comprometido como las atrevidas autofotos que almacenaba Scarlett Johansson. ¿Tendrá un selfie con Putin? ¿Y con Merkel? Muchos hackers han intentado acceder al móvil presidencial, sobre todo desde que se conociese que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) estuvo espiando los teléfonos de al menos 35 líderes mundiales tras soltársele la lengua a Edward Snowden.

Pero entrar al celular presidencial ha sido una batalla perdida y los secretos de Obama siguen bajo el teclado. Y todo gracias a dos Blackberry... pero no de las que puede comprar cualquiera en una tienda. A los colaboradores de Obama les llevó unos cuantos meses configurar un dispositivo a prueba de espías. Porque, cuando llegó en 2009 a la Casa Blanca, la palabra móvil estaba vetada al potus acrónimo del cargo y como lo conoce el servicio secreto. Él quería seguir teniendo teléfono, sin importarle que George Bush y Bill Clinton nunca lo tuvieran no lo plantearon siquiera. Ni eso ni correo electrónico propio.

Así que el móvil de Obama trajo bastantes quebraderos de cabeza a los responsables de seguridad, ya que no valía con el tradicional código de seguridad o la huella dactilar. Al final le entregaron dos Blackberry (8300 y 9200), que nunca saca de su residencia para extremar aún más su seguridad, y desde las que solo puede llamar a diez números. Sí recibe correos electrónicos, pero sin archivos adjuntos. Y nada de juegos o aplicaciones más allá de las establecidas para su trabajo. Si quiere echarse una partidita al Candy Crush, al Angry Birds o batirse con alguien en el Apalabrados, tiene que pedirles prestado el iPhone a sus hijas.

Conexión muy lenta

Uno de los pocos gobernantes que no tienen teléfono es Vladimir Putin. Eso ha asegurado en alguna ocasión, aunque le hemos visto hablando por el móvil de alguien de su numeroso séquito, concretamente con un MTS-Glonass 945 ruso. Aseguran que sigue fiel al teléfono rojo que, por cierto, no es realmente de ese color para sus comunicaciones importantes. Prefiere las tabletas, aunque le gusta poco navegar por internet, porque se horrorizaría de que pudieran quedar a la vista de ojos curiosos las páginas webs que visita.

A falta de uno, Angela Merkel lleva dos móviles en sus inconfundibles chaquetas. Un Nokia 6210 Slide que solo utiliza para tratar los asuntos de partido y una Blackberry Z10 para temas de Estado. Este último fue el que presuntamente espió la NSA, pese a que se supone que utiliza líneas cifradas y que es a prueba de espías y hackers. Ella misma lo enseñó tranquilamente cuando salió a la luz la polémica del espionaje, y en las tiendas de Alemania vieron un negocio: venden ese modelo como el móvil de la canciller.

También los lleva a pares François Hollande, que se ha decantado por un Teorem, un teléfono ultraseguro basado en un sistema de seguridad militar que debe de ser lo mejor para smartphones. Un dispositivo que se negó a usar Sarkozy en su momento porque tardaba más de lo habitual en contactar. Y es que, cuando hay una crisis nacional, 30 segundos de espera se hacen un mundo. Para sus conversaciones personales utiliza un iPhone 5, un móvil mucho menos protegido: si los paparazzi hubieran accedido a este teléfono durante su affair con la actriz Julie Gayet, habrían salido a la luz más detalles del romance vía exclusiva.

Menos se complica la vida Mariano Rajoy. El presidente español ha optado por un móvil con sistema Android, aunque como diputado en el Congreso le correspondía un iPhone. El líder español es más sencillo en sus gustos y ni siquiera sabe mandar un whatsapp.... aunque sí mensajes SMS,lo que quedó patente tras conocerse sus intercambios con Bárcenas. Su número es un secreto de Estado y solo lo conocen los miembros de su familia, los amigos íntimos y su círculo más estrecho de colaboradores. Así que, si Obama quiere contactar con él, tendrá que llamar a alguno de sus asesores.

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