El real echa el cierre confirmando que es el espacio favorito de la feria
El último día en el Cortijo de Torres no defrauda y se mantiene la tendencia de toda la semana con casetas llenas y ambiente para todos los públicos
La Feria de Málaga de 2023 está a punto de ser historia, pero en los títulos de crédito hay mucho que contar y que analizar. Han sido ocho días fantásticos de tradición, ocio, diversión, reuniones de amigos y la familia. Muchas parejas habrán puesto su contador de inicio en estos días, y quienes han venido por primera vez lo registrarán para siempre en su retina y en sus recuerdos. Ocho días de feria, ocho días con un tiempo excelente -hasta este fin de semana, en el que el calor ha sido por momentos irrespirable- y en el que, salvo alguna excepción contada, se ha podido disfrutar de la feria sin grandes conflictos. Atrás quedan esos años en los que las noches estaban llenas de trampas. Esto ha cambiado para mejor y hay que celebrarlo.
La Feria de Málaga es otra desde la pandemia. Ya lo decíamos en las crónicas y en el balance del año pasado, pero es que en 2023 esta nueva fisonomía se ha consolidado del todo. El Real del Cortijo de Torres se ha convertido en el escenario principal para los malagueños. El Ayuntamiento siempre había apostado por ello, pero bastaba con echar un vistazo a las casetas de este año para comprobar de primera mano que ahora los empresarios y peñas han entrado en la misma dinámica. ¿Se acuerdan de esas paellas servidas en platos de plástico para atraer a las pocas personas que caminaban por el real al mediodía? Pues no solo han desaparecido, sino que ahora hay que reservar para poder comer en alguna de estas casetas.
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Esa es la primera lectura de la última jornada de esta feria en el real. Había ganas de disfrutar del epílogo desde primera hora, algo que se podía observar con la gran afluencia de caballistas, que daban -como cada día- ese toque tradicional al Cortijo de Torres. Y de ahí al almuerzo en alguna de las múltiples opciones que había sobre la mesa este año. Para gustos, los colores, pero resulta evidente que casetas como las del Pimpi, La Rumba, o Los amigos de Siempre Así han sonado mucho entre quienes han acudido bastante a menudo al real. Este sábado directamente había que reservar en cualquiera de ellos y en muchos otros, al menos si la intención era comer cómodamente sentado y al fresquito de las máquinas de aire acondicionado, que tuvieron que funcionar a destajo para combatir el intenso calor.
Si algo tiene bueno el real -y es lo que lo hace triunfar- es que a cualquier hora hay ambiente. Una vez terminado el almuerzo y ya con las mesas recogidas de las casetas, empieza el que es para muchos es el mejor momento del día: el 'tardeo'. Lejos quedó ese real que se llenaba solo por la noche. Las colas han sido una constante durante toda la semana, pero este sábado comenzaron desde bien pronto. ¿Quiere uno saber cuáles son las mejores casetas? Pues bastaba con mirar las colas, porque en la mayoría coincide una cosa con la otra. Ese es el caso de casetas como La Huella, del Malafama, que hace años que cosecha ese primer puesto como la favorita por la mayoría. O La Candela, pegadita a la anterior y ambas con varios módulos para dar la sensación de ser aún mayor. Buena música, buen ambiente y muy bien decorada; un trabajo que no es flor de un día, sino la apuesta desde hace varios años cuando aún no estaba claro que el real vencería al centro. Despliegues como el de Gabanna demuestran que no se trata solo de poner música y esperar a que venga la gente. Hay que apostar por ello, arriesgarse y ver si triunfan.
De hecho, entre muchos de los propietarios de las casetas –que hacían su balance particular– sonaba un runrún de qué pasaría el año que viene ante tanta afluencia, y de que a lo mejor era momento de replantearse abrir la llamada 'zona de la juventud'. Veremos.
La única noticia negativa del día fue que el Ayuntamiento cerró la tercera caseta en el real desde que comenzara la Feria de Málaga. En esta ocasión se trató de la caseta de la Peña Trinitaria. Tal como informaron en un tuit, fue de un cierre cautelar de la caseta Peña Trinitaria-El Sarao «por no delimitar zonas ni tener mesas/sillas en 50% superficie, como impone la ordenanza». Añadían que los propietarios tuvieron 24 horas para subsanar y no lo hicieron. «Los cierres (van 3) se producen tras apercibimiento previo», concluían; eso sí, bastantes menos que el año pasado. Una acción que seguía las reglas, pero que no empañó el mejor año de Feria de Málaga para el Real del Cortijo de Torres. Hasta el año que viene..
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