El voto al bipartidismo se resiente de manera significativa en Málaga
Es la provincia andaluza, junto a Cádiz, donde menos peso tiene la suma de sufragios de PPy PSOE, con un 55,89% de las papeletas
Antonio M. Romero
Martes, 22 de diciembre 2015, 00:32
Continúan siendo los que más representantes tienen en el Parlamento andaluz, las Cortes Generales, los ayuntamientos y la Diputación Provincial, pero el voto al bipartidismo ... en Málaga ha acusado de manera significativa el nuevo tiempo político que se ha abierto en España con la fuerte irrupción en el tablero de Podemos y Ciudadanos en este año electoral de 2015 donde los malagueños han acudido a las urnas en tres ocasiones: el 22 de marzo en los comicios regionales; el 24 de mayo, en las locales; y el pasado domingo, en las generales. Tanto en el aspecto cuantitativo en cuanto al número de sufragios y cualitativo en lo que se refiere a que necesitan de esas formaciones para garantizar la estabilidad en un buen número de instituciones locales, el peso que PPy PSOE han tenido históricamente en la provincia durante la etapa democrática ha disminuido.
La tónica es similar en todo el país, aunque en el caso provincial tiene algunas particularidades. Así, en base a los datos de las andaluzas y las generales, Málaga es la provincia andaluza, junto a Cádiz, donde el bipartidismo tiene actualmente menos peso. Según el resultado de los comicios del último domingo, PP y PSOE aglutinan el 55,89% del voto de los malagueños (un dato prácticamente similar al de Cádiz, 55,75%), una cifra que se sitúa 4,7 puntos porcentuales por debajo de la media de Andalucía 60,63% y un 5% por encima de la media nacional (50,53%).
En este año, el bipartidismo ha sufrido un retroceso de dos puntos y medio en la provincia mientras que en términos absolutos y teniendo en cuenta que la participación en las andaluzas fue nueve puntos inferior a las generales la suma de PP y PSOE sacaba en marzo 212.261 votos de diferencia a los dos partidos emergentes, mientras que en diciembre, la distancia era de 169.157 sufragios, según el análisis de los datos realizado por este periódico; no se han tenido en cuenta las cifras de las municipales ya que el dato está distorsionado en esos comicios por el hecho de que la formación morada no se presentó con sus siglas sino bajo marcas blancas y sólo lo hizo en catorce de los 103 localidades y lo mismo le ocurrió a al partido naranja, que sólo concurrió en dieciocho pueblos.
Análisis comparativo
El análisis comparativo del comportamiento electoral de los malagueños en este año revela algunas conclusiones. En cuanto a participación, la radiografía concluye que prefieren las generales (acudió el 70,10% del censo); le siguen las regionales (61,08%) y las que menos interés despiertan, aunque pueda resultar paradójico ya que es donde se eligen los representantes más cercanos, son las municipales (57,8%). En lo que respecta a los resultados, el PP, con picos de subidas y bajadas, sigue siendo el partido más votado de la provincia; el PSOE cae en porcentaje de sufragios; Podemos se asienta como tercera fuerza de Málaga por un estrecho margen de diferencia sobre Ciudadanos; la formación naranja es la que más apoyos ha recabado desde marzo hasta diciembre al subir en seis puntos porcentuales; e IU, el quinto de los partidos más representativos, ha caído en respaldo.
No empezó con buenos augurios el año electoral para el PP. En las elecciones autonómicas, los populares malagueños se dieron un fuerte batacazo en la provincia perdiendo los comicios en uno de sus tradicionales bastiones. El partido presidido por Elías Bendodo sufrió los efectos del desgaste de la marca popular debido a la gestión del Gobierno central, lo que hacía pronosticar un oscuro futuro.
Sin embargo, en las municipales, y beneficiado en gran medida por la ausencia en la mayoría de municipios de Ciudadanos su gran competidor en el espectro ideológico del centro-derecha, el PPresistió la ola de cambio, aunque perdió casi todas las mayorías absolutas y, posteriormente y debido a los pactos, un buen número de ayuntamientos. Aún así fue el partido más votado por los malagueños un 35,3% del censo los apoyó. Como también lo ha sido en las últimas generales, donde el PPha sido la fuerza más votada con casi uno de cada tres sufragios.
La gráfica del PP del año refleja una montaña rusa con una subida y la posterior bajada. Por el contrario, la del otro partido representante del bipartidismo, el PSOE la línea es de un tobogán con caída porcentual en los apoyos en la provincia. Los socialistas ganaron en marzo por primera vez en once años unas elecciones autonómicas en la provincia. El escenario parecía pintar bien para el partido liderado por Miguel Ángel Heredia, pero en las municipales cayó en número de votos y porcentualmente paradójicamente y merced a los pactos hoy tiene más poder local que hace un año; en las generales, aunque subió en sufragios debido al aumento de la participación, volvió a perder, en porcentaje, apoyos.
Mientras PPy PSOE han ido perdiendo respaldo, la dinámica del nuevo bipartidismo, dejando al margen los datos de las municipales ya que no concurrieron en todos los municipios, es la de la subida en apoyos de Podemos y Ciudadanos, que se han beneficiado de la sangría electoral de socialistas y populares y de la mayor participación de los malagueños, fruto del creciente interés ciudadano por la política.
Podemos ha subido dos puntos porcentuales desde marzo a diciembre con 31.000 votos más, mientras que Ciudadanos ha ganado 53.000 sufragios y ha incrementado sus apoyos en 5,37 puntos porcentuales, lo que explica que Málaga sea, junto a Sevilla, la provincia andaluza que más diputados naranjas aporta al Congreso, con dos representantes.
Por su parte, la evolución de IU también se asemeja a una montaña rusa. De lograr el 7,3% de los votos en las andaluzas ha pasado al 6,80% de los sufragios en las generales, aunque ha aumentado en términos absolutos debido al incremento de la participación. Su mejor resultado en las citas electorales del 2015 fue en las municipales, donde la ausencia de Podemos formación que le ha arrebatado un buen número de apoyos y su implantación en el territorio le llevó al tener el 10,60% de los votos.
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