El drama de Izquierda Unida

La formación, que en esta ocasión llevaba el nombre de Unidad Popular, registró en Andalucía un descenso de sufragios que les hizo pasar de 360.212 votos a 256.080; una pérdida de más de 100.000 sufragios, que en términos porcentuales provocaron una caída del 8,27 por ciento al 5,77, que a la práctica significó haber perdido los dos diputados uno por Málaga y otro por Sevilla conseguidos en 2011.

Sin embargo, desde la dirección del partido a nivel regional, y pese a aceptar los malos resultados, se niegan a declarar que la formación tiene poco futuro. Su secretario de Organización regional, Toni Valero, señala que esta no es la peor situación en el que han estado, y que se han visto «en peores momentos». En concreto, Valero recuerda que en los comicios de 2008, cuando Zapatero revalidó la Presidencia, Izquierda Unida solo obtuvo un diputado, el de Gaspar Llamazares, y que en las siguientes elecciones sacaron más de diez.

«Una de las razones que creemos que nos ha perjudicado», señala Valero, «es que nosotros siempre hemos sido un izquierda incómoda que no renuncia a sus reivindicaciones históricas». A su juicio, este motivo ha hecho que se les haya «invisibilizado» en una campaña que se ha jugado con tan solo cuatro contendientes. Según este cargo andaluz, los comicios han tenido su principal campo de juego en la televisión, y la ausencia de su candidato, Alberto Garzón, en los dos principales debates a cuatro uno de ellos se quedó en tres, ha «hecho mella» en la intención de voto.

Pese a que es un lugar común de cada una de las elecciones en este país, Valero también reconoce que la Ley Electoral, especialmente en lo que incumbe a las circunscripciones provinciales, también forma parte del conjunto de hechos que han provocado que Izquierda Unida esté en esta situación. «Si la circunscripción fuera regional y no provincial que tendría sentido, podríamos haber renovado, al menos, nuestros dos diputados del 2011, eso es una realidad», asegura Valero. Por último, el secretario de Organización regional apunta que los actos decampaña suelen hacerse en la calle, y que en el mes de diciembre eso es complicado. «Hemos tenido dificultades; que la campaña sea en invierno ha provocado que nuestras acciones se hayan visto mermadas por las temperaturas», señala.

Y en cuanto al qué vendrá a partir de ahora, Valero explica «a espera de analizar bien los resultados» que la intención es «volver a las movilizaciones en las calles» y «reforzar el papel municipal», que en esta caso Izquierda Unida sí mantiene, especialemente en Andalucía. «En cualquier caso», concluye el cargo regional, «IU siempre ha sido un instrumento para la sociedad, nunca un fin».