Obama interviene para atar la victoria en Pensilvania

En un video publicado en Twitter el martes por la noche, Obama señaló que Biden se encuentra en el «lado correcto de los problemas» e instó a los votantes jóvenes a no ser complacientes. El expresidente señaló que los argumentos para no participar en las elecciones son abundantes, así como los intereses políticos deseosos de explotar la apatía entre los electores, algo que Obama señaló, es una táctica antigua de supresión del voto. Lo que es nuevo, declaró Obama, es el creciente movimiento por la justicia, la igualdad y el progreso en numerosos temas. Obama exhorto a los electores a votar por Joe Biden para cambiar el juego en los temas de prioridad para el país.

Obama, que en gran medida se ha mantenido al margen de las criticas públicas a Trump durante gran parte de su presidencia, pero en los últimos meses el expresidente ha asumido un papel cada vez más abierto en apoyo de Biden. En un importante discurso durante la Convención Nacional Demócrata Obama señaló que Trump ni siquiera ha intentado aprender sobre su cargo, simplemente «porque no puede».

El poder estelar de Obama ha generado gran expectación entre los votantes que de seguro energizará la campaña en el Estado. Filadelfia es un bastión demócrata que Biden necesita para ganar Pensilvania, un Estado de batalla dividido cuyos 20 votos electorales podrían ser clave para el camino de Biden y Trump hacia los 270 delegados del colegio electoral necesarios para ganar. El presidente Obama ganó Pensilvania en 2008 y 2012, aunque Trump arrebató el estado a la candidata demócrata Hillary Clinton en 2016 por sólo 44.000 votos.

El Comité Nacional Demócrata lanzó la semana pasada un anuncio en el que Obama instaba a los votantes a emitir sus votos temprano. En el anuncio el expresidente advertía de que será una votación extremadamente reñida cuya diferencia podría reducirse a un puñado de votos.

El formato refleja el desafío que enfrentan los demócratas para generar entusiasmo y obtener el voto en un año en el que se han evitado los grandes eventos en favor de actos pequeños y con distancia social, algo que contrasta con los eventos del presidente Trump y los republicanos que se han saltado las reglas de prevención del coronavirus. Un formato de evento que podría reducir el impacto de Obama, uno de los mayores atractivos del partido y uno de los oradores más convincentes.