Los cuatro candidatos, con la presentadora de ayer en el debate en TVE. Efe

Segundas partes nunca fueron buenas

La presentadora tuvo más trabajo ya que hubo mayores interrupciones en un debate marcado por la protesta en los exteriores de los taxistas

Martes, 27 de noviembre 2018, 01:05

Sentencia el refranero popular que segundas partes nunca fueron buenas. Si hace una semana el debate televisivo a cuatro entre los candidatos a presidir la ... Junta en Canal Sur no cumplió las expectativas, el de este lunes en Televisión Española siguió la misma tónica. Un 'dejà vu' con un formato muy encorsetadoaunque en esta ocasión hubo mayor viveza al producirse más interrupciones entre Susana Díaz, Juanma Moreno, Teresa Rodríguez y Juan Marín, lo que obligó a la periodista Pilar García Muñiz a fajarse e intervenir en varias ocasiones para pedir que se respetaran los turnos tasados.

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El guión fue similar al de hace siete días, aunque en esta ocasión, en términos cinematográficos, hubo mayores efectos especiales en exteriores. Los aspirantes al Palacio de San Telmo llegaron a los estudios de la RTVE en la Isla de la Cartuja de Sevilla en medio de una multitudinaria concentración de protesta de los taxistas hispalenses –el sector cifró la asistencia en unos 1.500 vehículos– para demandar más restricciones y controles sobre las empresas de alquiler de coches con conductor Uber y Cabify. El amplio despliegue policial impidió que pudieran acercarse a las instalaciones de la televisión y se produjeran situaciones como las vividas esta semana en San Juan de Aznalfarache por este colectivo y que obligó a suspender un mitin de la candidata socialista.

Juan Marín, vestido con americana, pantalón vaquero y sin corbata, fue el primero en llegar a los estudios, donde fue recibido por la directora de la RTVE en Andalucía, Alicia Bonachera, y la jefa de Informativos, Begoña Alegría. Ambas recibieron a los siguientes en llegar: Susana Díaz fue la segunda, ataviada con pantalón negro, blusón blanco y chaqueta roja; Teresa Rodríguez volvió a coincidir en colores con la candidata socialista al llevar una camiseta roja y una chaqueta morada (el color de su partido, Podemos); y Juanma Moreno, el último en llegar, con un traje gris marengo y corbata roja.

Juegos de tronos, cajas con fotocopias o la lista de la corrupción se colaron en las intervenciones

En un escenario de colores grises, la distribución de los aspirantes repitió el mismo modelo que en el debate de Canal Sur: Marín y Moreno en cada uno de los extremos y en medio Díaz, más cerca del aspirante de Ciudadanos, y Rodríguez, al lado del candidato popular.

Los cuchillos y dardos envenenados volvieron a volar en todas las direcciones durante unas intervenciones en las que Susana Díaz recordó a Teresa Rodríguez que «gobernar no es fácil, esto no es Juego de Tronos» y la candidata de Adelante Andalucía le dijo a la socialista que se parece a una personaje de esta serie, Cersei Lannister «por el golpe de Estado que dio en su partido». Por su parte, Juanma Moreno acudió con dos cajas de fotocopias con todas las informaciones que se habían publicado en los últimos años sobre la corrupción en la Junta, mientras que Juan Marín sacó sendas listas con los casos de corrupción de PPy PSOE. Sin embargo, este momento de impacto televisivo se vio interrumpido por la advertencia de Rodríguez a la presentadora de que su cronómetro, tras su intervención, no se había parado, rebajando el alcance de la jugada del candidato liberal.

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En este debate se vio a Rodríguez más asentada que en el primero; Díaz y Moreno estuvieron bien, mientras que Marín estuvo más anodino.

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