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Ya no se escucha tanto como antaño, porque la sociedad ha cambiado mucho, para unas cosas a mejor y para otras a peor, pero hubo una época en la que se puso de moda la expresión 'estar de Rodríguez', referida a estar solo o sola en casa, mientras tu pareja se iba de vacaciones o trabajaba y el otro cónyuge se quedaba y se incorporaba después para disfrutar del tiempo restante. Que se recuerde, nunca se había trasladado esa expresión a la política. Hasta ahora.

Málaga está de Rodríguez en lo que a la cabeza de lista de Adelante Andalucía se refiere. Teresa, la candidata a la presidencia de la Junta por esta provincia, aún no ha pisado la capital y, según cuentan, ni se le espera. Cerrará el viernes la campaña en Torremolinos, junto a Pablo Iglesias, pero no pisará Málaga en los quince días en los que se pide el voto para tu formación. Cuanto menos es curioso. De hecho, en la coalición andan incómodos con esta situación, anómala a todas luces. Una cosa es volcarse en la circunscripción por la que te presentas, que era lo que parecía que iba a hacer Teresa Rodríguez, de ahí lo de la Batalla por Málaga, y otra es no venir nunca. Inaudito. Insólito.

Había previsto algún acto pero fue anulado a última hora, como el del pasado domingo, que prefirió quedarse en Cádiz antes que venir a Málaga a la marcha con motivo del Día Contra la Violencia de Género. Los más cercanos a la líder de Podemos en la comunidad se escudan en el avanzado estado de su embarazo para justificar tantas ausencias, pero no termina de creerse que llegue el día 2 y Málaga tenga la sensación de estar de Rodríguez durante una campaña electoral en la que tanto se juega su coalición (por primera vez acuden juntos a la urnas Podemos e IU y algunas encuestas le dan hasta la segunda posición en número de votos o de escaños) y también toda Andalucía.

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