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Una playa de Valencia, repleta de gente. efe
El turismo nacional salva a una parte de España, pero la otra agoniza

El turismo nacional salva a una parte de España, pero la otra agoniza

El norte y el interior logran un volumen de visitantes cercano a 2019, pero las zonas con mayor dependencia de los extranjeros no remontan

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Domingo, 25 de julio 2021

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Durante el verano pasado algunos destinos del interior y norte peninsular se llenaron de turistas como nunca antes. Los ciudadanos se quedaron en España a pasar sus vacaciones y eligieron para ello Asturias, Cantabria o Galicia, sobre todo. Y este verano está ocurriendo algo similar. Según las previsiones de Exceltur, la patronal del sector, la España Verde y los destinos de interior serán los protagonistas de la reactivación turística de julio a septiembre cuando la pandemia aún sigue entre nosotros.

Habrá que esperar al verano que viene –o al siguiente, según los menos optimistas– para ver cómo esa reactivación turística llega a toda España gracias a la llegada de extranjeros, que por ahora está siendo bastante tímida. El problema es que muchos destinos típicamente turísticos de nuestro país basaban su modelo en el turista extranjero, con una oferta muy internacionalizada y 'touroperizada'. Se trata sobre todo de ambos archipiélagos y determinadas zonas del litoral mediterráneo (como Benidorm) o andaluz (Málaga, Marbella o Torremolinos).

Desde Exceltur calculan que los destinos vacacionales más dependientes de la demanda extranjera, especialmente aquellos con una alta presencia de británicos, que han iniciado tarde su verano (hasta el 19 de julio no levantaron sus restricciones), junto a los destinos urbanos con presencia internacional de largo radio como Madrid, Barcelona o el País Vasco, sufrirán una menor reactivación de la actividad este verano, con caídas de media por encima del 50% respecto al mismo periodo de 2019.

José Luis Zoreda, vicepresidente de la patronal del sector turístico, explica que habrá una «reestructuración» de estos destinos tan dependientes del turista exterior, pero que «ese cambio no se puede hacer de un día para otro». «Hay destinos como Baleares donde el turismo nacional solo abarca el 10% de su ocupación habitual, es imposible que se recupere si solo llegan españoles este año», explica.

De hecho, solo por cada semana de julio que el turismo inglés deje de venir a nuestro país, el sector pierde aproximadamente 540 millones de euros. La esperanza es que en el último trimestre del año se recupere parte de lo que se va a perder este verano. Desde Exceltur revelan que algunas empresas están viendo aumentar sus reservas para finales de septiembre u octubre con el objetivo de que las incertidumbres actuales sobre el virus ya estén resueltas, además de distintas ferias y congresos que se están aplazando también a la última parte del año, lo que beneficiará sobre todo a las grandes ciudades.

Los datos que revela la encuesta de confianza de Exceltur son claros: los destinos con una elevada presencia de demanda internacional pierden de media un 50% de sus ventas previstas de los hoteles respecto al verano de 2019. La peor parte se la lleva la Comunidad de Madrid, que solo obtendrá un 37,7% de las ventas de entonces debido a que el 60% del peso de las pernoctaciones hoteleras son de extranjeros durante los meses de verano, según datos del INE. El caso de Baleares es similar: con un 92,2% de pernoctaciones hoteleras realizadas por extranjeros, solo conseguirá el 54,8% de sus ventas en hoteles respecto al volumen prepandemia.

Los españoles ya gastan más

Pero la situación cambia radicalmente si nos fijamos en los destinos donde típicamente veranean los españoles. Es el caso de Extremadura (casi 84% de turismo nacional) o Castilla-La Mancha (80%), donde las ventas hoteleras se quedarán este verano en el 87% respecto a 2019, recuperando ya prácticamente todo lo perdido por la pandemia. Otras comunidades como Asturias, Galicia y Cantabria solo perderán este verano en torno al 18% de sus ventas respecto a 2019 por la gran afluencia de turistas españoles prevista.

Más allá, Zoreda recuerda que los 9.000 millones de euros de los turistas españoles que habitualmente se van fuera este año permanecerán en su inmensa mayoría en nuestro país, lo que repercutirá positivamente en estas comunidades del norte e interior de España, así como otras ciudades del sur (sobre todo la provincia de Cádiz) o del litoral mediterráneo.

El último informe sobre turismo de BBVA Research avala estas cifras. Revela que el gasto turístico nacional ya se situó a finales de junio un 4% por encima del nivel de 2019. Según sus datos, el levantamiento de las restricciones hizo repuntar este gasto beneficiando sobre todo a algunas comunidades mediterráneas (Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia), que se situaron ya por encima de los niveles prepandemia. Es más, desde que el 9 de mayo finalizó el estado de alarma destaca el fuerte repunte del gasto de los madrileños en el resto de España, que superó el del mismo mes de 2019 en 12 regiones de destino.

Según los economistas, el turismo nacional es la «clave» para el proceso de recuperación de la economía española. El gasto de los españoles en julio y agosto representa un 26% sobre el total del año, por lo que la recuperación del turismo estos meses es fundamental.

La mitad de los empresarios creen que no se recuperarán hasta 2023

Los empresarios turísticos cada vez ven más lejos la recuperación total de su sector. La falta de llegadas de visitantes extranjeros lastrará la recuperación hasta 2023, según opina el 51,3% de los encuestados por Exceltur, de los que el 6% considera que no conseguirán los niveles de facturación previos a la pandemia hasta el año 2024.

Claro está, las empresas más orientadas a la demanda doméstica adelantan sus previsiones de recuperación a la segunda mitad de 2022, ya que este verano casi se conseguirá lograr niveles precovid. Sin embargo, la vuelta a la normalidad se mantiene en fechas posteriores a 2023 entre establecimientos y subsectores con más dependencia de los viajes de negocio y mercados emisores más lejanos.

El drama fundamental que supone esta crisis turística es el desempleo. Al cierre de junio, aún eran 527.000 los trabajadores del sector afectados por la crisis, bien por estar en ERTE (245.000 personas, el 54% de todos los que siguen bajo este mecanismo en España) o directamente por haber perdido su puesto de trabajo (280.000 afiliados menos, el 62% del total de la caída de la afiliación). Esto es casi un 25% menos de empleos que el año previo a la pandemia, según Exceltur.

De hecho, las actividades económicas dependientes totalmente del turismo lideran los sectores con el mayor número de afectados por la crisis, con tasas superiores al 40% aún en junio. Es el caso de las agencias de viajes, donde el empleo se sitúa ahora un 47% por debajo de junio de 2019; el transporte aéreo (-44,7%) y los hoteles y demás empresas de alojamiento turístico (-40,7%).

La incertidumbre en torno a cuándo se recuperará el sector turístico hace que sea imposible prever cuándo podrán salir todos estos trabajadores del ERTE. Por ello, desde la patronal piden que se alargue este mecanismo como mínimo hasta finales de año con el objetivo de «asegurar la supervivencia del sector». Es más, aseguran que «lo ideal» sería que se mantuvieran hasta finales de 2022.

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