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Tener un trabajo no impedirá cobrar el ingreso mínimo vital

Tener un trabajo no impedirá cobrar el ingreso mínimo vital

Las ayudas oscilarán entre los 462 euros mensuales que percibiría un adulto y los hasta 1.015 euros que recibiría una unidad familiar

CRISTINA VALLEJO

Miércoles, 13 de mayo 2020, 00:01

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madrid. El ingreso mínimo vital que el Gobierno prevé aprobar en la segunda quincena de mayo incluirá medidas para reforzar el estímulo al empleo, según el borrador que el Ministerio de Inclusión ha trasladado a las comunidades autónomas. En particular, según el documento, existirá un complemento o un incentivo a la renta garantizada para los hogares en los que uno o varios de sus miembros trabajen y obtengan ingresos salariales o rendimientos de sus actividades por cuenta propia. Aunque todavía no se ha cerrado cómo se articulará tal estímulo al empleo.

La situación de vulnerabilidad que dará derecho a percibir la renta garantizada se determinará según la capacidad económica del hogar en su conjunto y el umbral se situará en la cuantía mensual de la renta garantizada que corresponda según las características del hogar. Así, en el caso de un adulto, el límite se situará en los 462 euros mensuales, mientras que en el caso de una familia compuesta por dos adultos y dos niños el umbral se colocaría en los 1.015 euros. El ingreso mínimo cubrirá la diferencia existente entre la suma de los recursos de que disponga el hogar y la renta garantizada que determine el decreto ley para cada tipología.

La variación entre una cifra, la correspondiente a un individuo, y la otra, la de la familia, obedece a los complementos por individuo adicional en el hogar y al número de hijos a cargo. Además, se prevén «primas» por monoparentalidad de 100 euros. De modo que un hogar compuesto por un adulto y dos niños tendrá derecho, según el borrador, a una renta garantizada de 977 euros.

A la hora de valorar los ingresos, se contarán las rentas del trabajo, las del capital mobiliario e inmobiliario, las procedentes de actividades económicas o las ganancias patrimoniales. Pero, en principio, se excluirán de ese cómputo las prestaciones autonómicas, las becas, ayudas al estudio o apoyos para la vivienda.

El encaje de la renta estatal con las de las comunidades autónomas es un punto complejo. Desde la Asociación de Directores y Gestores de Servicios Sociales advierten que las autonomías, ante la instalación de la futura prestación no contributiva de la Seguridad Social, pueden caer en la tentación de dedicar los 1.500 millones que invierten en sus sistemas a otras políticas no relacionadas con la inclusión social y los servicios sociales.

En el cálculo de si un hogar tiene derecho, o no, a la prestación, se tendrá en cuenta el patrimonio. Así, se considerará que un hogar no se encuentra en situación de vulnerabilidad en el caso de que cuente con un patrimonio por un volumen igual o superior a una cuantía aún por determinar que podría rondar los 100.000 euros, de la que se detraerá el valor de la vivienda habitual, en términos generales.

Criterios cualitativos

Los beneficiarios, además de reunir condiciones económicas, tendrán que cumplir requisitos «cualitativos», a tenor del borrador al que ha tenido acceso este periódico: deberán ser mayores de 23 años, salvo que tengan al menos un hijo a cargo, y menores de 65 años. Además, si no tienen menores a cargo, se requiere que hayan vivido de manera independiente durante al menos tres años antes de la solicitud del ingreso mínimo vital y tienen que haber estado de alta en la Seguridad Social al menos un año, aunque no sea ininterrumpido.

Si bien, por regla general, para calcular quién tendrá derecho a percibir la renta, se tendrán en cuenta los ingresos y el patrimonio del ejercicio anterior, con objeto de recoger las nuevas vulnerabilidades generadas por la crisis sanitaria, se contempla establecer un mecanismo para paliar ese déficit con que la renta garantizada nacería este año: en principio, se prevé que los potenciales beneficiarios puedan aportar las rentas más recientes.

Todas las cuantías se revalorizarán al mismo ritmo que las pensiones no contributivas de la Seguridad Social.

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