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Europa Press
Sábado, 26 de abril 2025, 14:39
La Dirección General de Consumo ha recomendado a los usuarios que revisen con frecuencia los movimientos de la tarjeta de crédito o débito para detectar los cargos en la cuenta bancaria que no hayan sido autorizados. Además, ha aconsejado guardar los tiques o facturas de las compras que se hayan realizado, que respaldarán los movimientos que se hayan ejecutado.
Esta circunstancia puede producirse por un simple error -por ejemplo, un cobro duplicado o una equivocación en el importe, o un servicio donde nos dimos de baja y que han seguido cobrándonos, una suscripción olvidada, etcétera.- o, en el peor de los casos, por un fraude o cargo malintencionado. El auge de las operaciones bancarias mediante nuestros dispositivos digitales (smartphones y relojes inteligentes, sobre todo) ha provocado que se multipliquen estos casos.
Asimismo, Consumo ha aconsejado en un comunicado de prensa guardar los tiques o facturas de las compras al pagar en un comercio por vía electrónica, a través del datáfono, para cerciorarse de que el importe que aparece en la pantalla es el correcto. De igual forma, ha indicado que cuando se detecte un cargo que no haya sido autorizado se debe notificar de inmediato a la entidad bancaria.
La mayoría de las entidades bancarias cuentan con servicios de atención específicos para estas situaciones concretas. Si se tratara de cobros fraudulentos (por suplantación de nuestra identidad), hay que apresurase a bloquear la tarjeta contactando con la entidad bancaria, para evitar nuevos cobros indebidos.
Las aplicaciones de dichas entidades permiten, por norma general, esta opción. Si bien los consumidores y usuarios disponen de 13 meses para comunicar a la oportuna entidad las operaciones de pago no autorizadas o ejecutadas incorrectamente desde la fecha del adeudo, especialmente si se trata de un cargo como consecuencia de un uso fraudulento, es necesario actuar rápidamente.
Para ello, ha recomendado remitir una notificación a la entidad bancaria donde se detalle toda la información necesaria, como el nombre de la persona titular de la cuenta, el número de tarjeta, el cobro indebido y la fecha en que fue detectado. Tener hábitos proactivos en materia ciberseguridad es esencial para prevenir usos fraudulentos de nuestra tarjeta.
Una recomendación «esencial» en este sentido es que nunca se debe proporcionar por teléfono, correo electrónico, o tras pinchar en los enlaces que llegan por SMS (smishing) y correo electrónico (phishing), datos sensibles como los personales o bancarios (por ejemplo, nombres de usuarios y claves).
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