Los tres casos en los que tienes que declarar las operaciones con Bizum en tu declaración de la renta
Los pagos efectuados a través de la aplicación están sujetos al control tributario y debemos incuirlos en la declaración si superan los límites impuestos por Hacienda
«Te hago un bizum». En la era de la comodidad y la inmediatez este método de pago no solo es el salvavidas de quienes ... nunca llevan efectivo. También permite saldar deudas de forma rápida y sencilla y repartir gastos a la hora de pasar por caja. Sin embargo, conviene tener la información correcta cuando lo usamos... y también a la hora de rendir cuentas al Fisco. Y es que este tipo de transacciones se consideran similares a una transferencia bancaria. De acuerdo con la plataforma especializada Tax Down, cuando se usa Bizum para «transacciones esporádicas», que es el uso más común, no es necesario incluir dichos pagos en la declaración, pero existen tres casos concretos en los que sí se deberán recoger estos movimientos en el borrador.
El contribuyente debe hacer sus deberes correctamente dado que si Hacienda investiga y descubre irregularidades ligadas a estas transacciones podrá decretar el cobro de multas que van del 20 al 30% del recargo más el pago de intereses por el retraso en la liquidación de tales cantidades.
Estos son los tres supuestos en los que los pagos con Bizum deberán contemplarse en la declaración de la Renta:
Autónomos
Los trabajadores por cuenta propia pueden ofrecer a sus clientes la posibilidad de que les paguen vía Bizum. En estos casos los ingresos por Bizum han de declararse como rendimientos de actividades económicas y hay que tener un especial cuidado con el número de teléfono móvil desde el que se reciben: es recomendable tener uno solo para el trabajo para tener bien delimitadas las cantidades que se reciben.
Ingresos que generan rentabilidades
Existe la posibilidad de que una persona reciba a través de Bizum ingresos derivados de actividades que les generen cierta rentabilidad. Por ejemplo: una venta de segunda mano, el alquiler de un trastero o un garaje...
En estas situaciones el contribuyente tendría que declarar estas ganancias si llega a un nivel considerable de dinero: de acuerdo con Tax Down las cantidades que Hacienda empieza a vigilar muy de cerca son las que llegan a 10.000 euros anuales.
Transacciones superiores a 10.000 euros
Con carácter general, cuando se pasa el límite de 10.000 euros en cómputo global obliga a la declaración de esas operaciones, según explican desde Tax Down.
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