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La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. R. C.
El FMI enfría la recuperación de España, que deja de liderar el crecimiento

El FMI enfría la recuperación de España, que deja de liderar el crecimiento

El organismo rebaja medio punto sus cálculos, al 5,7%, y mantiene los de 2022, frente al optimismo del Gobierno

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Martes, 12 de octubre 2021, 15:02

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ve cada vez menos claro que el crecimiento económico de España para este año sea tan vigoroso como pensaba inicialmente. La institución ha rebajado hasta el 5,7% el alza del Producto Interior Bruto (PIB) para este ejercicio, lo que supone un descenso de 0,5 puntos porcentuales con respecto a sus anteriores cálculos, elaborados el pasado mes de julio, cuando estimaba un avance del 6,2%.

España es uno de los países de la zona euro sobre los que estas nuevas previsiones más han afectado negativamente de cara al final del ejercicio. Solo sobre Alemania ha rebajado también en medio punto sus cálculos de crecimiento del PIB. En otros países, como Francia o Italia, la revisión ha mejorado. De hecho, España ya no será, según el FMI, la economía europea que más crezca en 2021, al ser adelantada por franceses (con un incremento del PIB del 6,3%) o italianos (5,8%).

Para el próximo año, el organismo cuya directora gerente es Kristalina Georgieva sí que mantiene sus perspectivas: la economía crecería un 6,4%, la misma estimación que había realizado para este verano. Con estas cifras sobre la mesa, no sería hasta bien entrado 2022 cuando España consiguiera volver a la casilla de salida que tenía antes de que irrumpiera la pandemia en marzo del año pasado. En 2020, el conjunto de la riqueza nacional se dejó un 10,8% del PIB.

El Fondo aclara que prevé una rebaja para el conjunto de la economía mundial de una décima, al estimar un crecimiento del 5,9% para este año, y mantiene expectativas para el próximo, en el 4,9%. De hecho, recorta ligeramente las previsiones en todas las grandes potencias, desde Estados Unidos hasta Reino Unido, pasando por Japón o Canadá. ¿La explicación? La pandemia sigue afectando de forma muy desigual al conjunto de territorios, debido a los diferentes niveles de vacunación administrada en cada país. Además, señala un bache inesperado: «Los eslabones críticos de las cadenas de suministro han dado lugar a más irrupciones de las esperadas, alimentando aún más la inflación en muchos países». Es decir, reconoce una crisis de materias primeras ante la fuerte demanda de muchos países en recuperación, lo que impacta en la inflación, aunque por ahora no ve riesgos que puedan afectar a la economía.

En el caso de España, la organización anticipa que acabará el año con una inflación media del 2,2% frente al retroceso del 0,3% que sufrió la cesta de la compra el año pasado, en plena pandemia. Para 2022 ya estima un alza de precios más moderada en el 1,6%. Por su parte, la tasa de paro apenas caería una décima este año al 15,4% de la población activa (frente al 15,5% del año pasado) y descendería al 14,8% en 2022.

Con estos nuevos cálculos, el Secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, considera que «el FMI certifica que España liderará el crecimiento económico en 2022». Y que lo hace al «mejorar la previsión para 2022» con lo que España «será el país más dinámico de la UE»; «confirma que la recuperación va de menos a más y se intensificará», y «prevé que se aceleren la reducción del déficit y la deuda».

Sin embargo, los cálculos del FMI dejan ver una brecha cada vez mayor entre sus estimaciones y las del propio Gobierno. El Ministerio de Economía decidió mantener intacto el cuadro macroeconómico a finales de septiembre con las mismas cifras que tenía antes del verano: un crecimiento del 6,5% en 2021, mientras que en 2022 el avance llegará al 7%.

El Gobierno, más optimista

La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, insistió entonces en que el nivel de actividad económica diaria y el empleo volverán a las cotas anteriores a la pandemia antes de que acabe este año. Se refería a indicadores como el consumo o el dinamismo de la inversión empresarial, aunque no sería hasta 2022 cuando el conjunto de la economía recuperaría todo lo perdido. Calviño se aferra a la evolución del consumo doméstico y a los más de 50.000 millones de euros que -apuntó- están embalsados en los ahorros que los ciudadanos han incrementado durante los meses del confinamiento y a la espera de la recuperación económica para volver a gastar o invertir.

Las previsiones del FMI son más frágiles que las que también presentaba el Banco de España hace apenas dos semanas. En su informe periódico, el supervisor bancario apuntaba a la posibilidad de que el crecimiento del PIB alcance el 6,3% en el conjunto de 2021 y el 5,9% en 2022. Es una décima superior a las perspectivas de junio para ambos ejercicios. Sin embargo, no contaba con la revisión a la baja que realizó pocos días después el INE sobre el dato definitivo del segundo trimestre: frente a un alza de la economía del 2,8% intertrimestral antes del verano, se pasó a un incremento del 1,1%, lo que encendió las alarmas entre todos los analistas. El propio Banco de España apuntó entonces que tendría en cuenta esa nueva realidad de cara a sus próximos cálculos macroeconómicos.

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