Economía circular y compromiso medioambiental, beneficios para el planeta y rentabilidad para las empresas

Para tratar estos temas se organizó el pasado lunes 25 un foro especializado que contó con la participación de Gustavo Calero, director de Transformación y Desarrollo Sostenible de Hidralia; Tomás Azorín, director de Estrategia y Transformación de HeidelbergCement Hispania; Carlos Díez de Lastra, director general de Les Roches Marbella; y Juan Luis Villalón, vicepresidente tercero y Delegado de Residuos Sólidos Urbanos de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental.

El encuentro, que tuvo lugar en el Hotel AC Málaga Palacio y se retransmitió por Zoom, estuvo moderado por la periodista y colaboradora de SUR Carmen Alcaraz.

Como punto de partida, los participantes analizaron la evolución de las empresas e instituciones respecto a la 'conciencia verde'.

En su intervención Tomás Azorín recordó que el cambio de mentalidad ha sido una obligación para las empresas. «No ha habido más remedio en los últimos años que ir adaptándose a la sensibilidad social, porque además son cuestiones necesarias para el planeta». El director de Estrategia y Transformación de la cementera ubicada en la barriada malagueña de La Araña expuso el cambio de paradigma de un modelo económico basado en la economía lineal a uno circular. «El primero coge recursos naturales, los transforma en bienes de consumo y al final de su vida útil, los tira. Esto conlleva una necesidad infinita de recursos que obviamente es inviable para el planeta», apuntó Azorín. Frente a esto, el modelo circular aboga por aprovechar tantas veces como sean posible los bienes de consumo para reducir la necesidad de recursos naturales. De este modo, el producto se reinserta en el proceso productivo y sirve para generar nuevos elementos de consumo.

Un cambio al que, como incidió el directivo, «es complicado adaptarse, tanto en lo referente a la conciencia social como a la propia producción, pero totalmente necesario». Azorín explicó que para ello las empresas industriales como HeidelbergCement Hispania deben revisar su línea de productos, incorporando residuos y utilizando ese material reciclado para generar una gama atractiva para el mercado que permita su reincorporación a la cadena. «A día de hoy, en nuestra empresa el 100 % de los productos que ponemos en el mercado son reciclables y el 60 % contienen productos reciclados. Esto es una pequeña revolución. Significa revisar la estrategia desde la perspectiva de procesos y de I+D, pero también de asegurar los suministros». También recordó que hay que entender que es el camino, concienciarse y explicarlo a la sociedad. «Lo reciclado se ve como un valor positivo, pero el término residuo sigue teniendo una connotación negativa, y esto debe cambiar», intervino Azorín.

En esta misma línea Gustavo Calero recordó que en un entorno tan volátil, incierto y ambiguo como en el que vivimos, agravado por la pandemia, «tenemos que ser conscientes del riesgo que supone el cambio climático y que tiene su origen en ese modelo de economía lineal que, si bien nos ha ayudado mucho desde la Revolución Industrial, ha puesto de manifiesto que es insostenible. Los recursos naturales no son infinitos». No obstante, el director de Transformación y Desarrollo Sostenible de Hidralia se mostró optimista respecto al momento actual, en el que «aún es posible girar el rumbo». Para ello, apuntó, hay que cambiar la mirada, y apostar por otra forma de pensar, diseñar y fabricar que pase por la reutilización, el reciclado, la eficiencia…todo lo relacionado con la economía circular. «En un sector como el nuestro, del agua, esta economía aporta muchos beneficios al reducir riesgos, costes ypermite establecer alianzas con organismos. Y al final todos: empresas, organismos, tercer sector y ciudadanos ganamos. Por eso hay que trabajar juntos aprovechando las palancas que tenemos hoy en día, que son muchas» recalcó Calero.

Los participantes recordaron en este sentido que en 2020 la inversión verde creció un 20 %, a pesar de la crisis sanitaria, una muestra del compromiso de las empresas y la sociedad.

«Vamos en la buena dirección, pero mucho más lentos de lo que deberíamos», matizó Juan Luis Villalón. El delegado de RSU indicó que el Complejo Ambiental de la Costa del Sol que gestiona la Mancomunidad es uno de los organismos en los que mejor se visualiza la implementación de la economía circular al ser el último eslabón de la cadena. «Se puede conocer el estilo de vida de una sociedad a través de los residuos que genera. Por eso es importante hacer una doble apuesta: desde la ciudadanía por el consumo responsable, y desde las administraciones y entidades que gestionan los residuos por una modernización que permita convertirlos en recursos», reivindicó Villalón.

Por su parte Carlos Díez de la Lastra quiso aportar la visión de los consumidores. «Es fundamental que estemos concienciados como sociedad, pero el paso clave es cómo se traslada eso a las empresas. En el último estudio de PricewaterhouseCoopers (PwC) se comentaba que en España el 78 % de las compañías cotizadas tenían dentro de sus planes estratégicos activamente implantados los ODS, seis puntos por encima de la media internacional. Hemos pasado del mensaje bienintencionado a una realidad que las empresas están asumiendo y debemos seguir esa línea».

Actuaciones

Abogando por hechos que sustenten la teoría, durante el encuentro los participantes concretaron algunas de las acciones que se están llevando a cabo desde sus entidades en materia de sostenibilidad y desarrollo sostenible.

«Nosotros tenemos una doble obligación, como empresa y como universidad», expuso el director general de Les Roches Marbella. En relación al primer punto, Díez de la Lastra enumeró diferentes iniciativas implementadas como la reducción del uso de productos que no sean reciclables, la aplicación de planes energéticos que apuesten por la eficiencia lumínica, un proyecto de huertas para cultivar sus propios productos, o planes de movilidad eléctrica. Asimismo, recodó que como universidad Les Roches Marbella tiene la obligación de conseguir que los líderes de mañana sean más responsables y socialmente comprometidos. «Esta transformación en la actitud de los directivos que están formándose con nosotros es la que realmente va a generar impacto en la sociedad. Es un eje transversal que mueve toda la estrategia de formación de nuestro centro» resaltó.

Por su parte, Villalón expuso que desde el Complejo Ambiental de la Costa del Sol están trabajando en proyectos como la entrada en vigor del quinto contendor para llevar a cabo una selección más eficiente de los residuos y disminuir los gases que van a la atmósfera, o una iniciativa para recuperar dichos gases y convertirlos en biogás que se utilice como combustible de los camiones que transportan los residuos.

No obstante, quiso aprovechar su intervención para recordar que la principal apuesta de la Mancomunidad desde hace más de 20 años es la concienciación medioambiental de todos sus ciudadanos. «Este trabajo se deja ver en que la Comarca de la Costa del Sol esté los rankings andaluces y españoles en relación a la conciencia sobre el reciclado de los residuos, donde acumula datos fantásticos año tras año». Un éxito sustentado en la formación, especialmente de los escolares. No hay que olvidar que la Mancomunidad impulsó la iniciativa del ecobus que se trasladaba a todos los centros formativos de los municipios de la Costa del Sol, impartiendo, a través de talleres divertidos y didácticos, concienciación ambiental al alumnado. «Además hemos puesto en marcha un Aula en el Complejo Ambiental que, antes de la pandemia, fue visitado por 8.000 escolares que disfrutaron de actividades y un recorrido por el complejo para conocer la gestión de residuos desde dentro, la mejor manera de que entiendan la importancia de su papel como consumidores».

Durante su intervención, Calero explicó que Hidralia, como empresa gestora del ciclo integral del agua, estructura sus acciones en torno a 3 vectores básicos: energía cero, intentando ser autosuficientes energéticamente y comprando, en caso de ser necesario, solo energía con certificado de origen renovable; residuo cero, empleando los residuos que se generan diariamente en la depuradora para valorizarlos y compostarlos para la agricultura; y la reutilización del 100 % del agua en usos agrícolas, recreativos, industriales, etc. «Son infinidad de iniciativas enfocadas a generar esa economía circular. Para ello también estamos impulsando un proyecto de cambio 'de depuradora a biofactoría'», desgranó el directivo.

En HeidelbergCement Hispania, en línea con los ODS, han marcado unos objetivos fundamentales entre los cuales destacan la apuesta y promoción de la economía circular, reducir la huella de carbono, y ser buen vecino. Dentro de estos tres objetivos se encuentran acciones como el reciclado de los productos; la reducción y reutilización del C02, para lo que están trabajando en varios proyectos de investigación como el uso en microalgas o en invernaderos como fertilizante carbónico; o la creación de un comité de sostenibilidad en colaboración con el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y los vecinos que monitorizan el comportamiento medioambiental de la compañía y pone en marcha iniciativas que redunden en el bienestar de los ciudadanos como la formación en colegios, visitas a las instalaciones o incluso un proyecto de rehabilitación de la biodiversidad en el Peñón del Cuervo.

Asimismo, los participantes coincidieron en la necesidad de seguir investigando y apostando por el I+D+i para avanzar en sostenibilidad e innovación lo que, además de beneficiar al planeta, redunda en una mayor competitividad y rentabilidad para empresas y organizaciones.

El papel de los consumidores

En relación a los consumidores, Díez de la Lastra apuntó diferentes datos de interés, como el 'efecto Greta', que ha dado voz a los jóvenes y abanderado la concienciación por el medioambiente en el resto de generaciones. «El 68 % de los consumidores jóvenes tienen muy en consideración a la hora de comprar la cuestión del reciclaje, y el 62 % descartan a compañías que no siguen estas líneas. Con estos mensajes las empresas se tienen de dar cuenta que deben trabajar en sostenibilidad, si no por compromiso social, al menos por los números», lanzó como mensaje el director de Les Roches Marbella.

«Es imprescindible incorporar ese comportamiento ambiental a nuestra decisión de compra», convino Azorín.

También coincidieron en la necesidad de concienciar más y mejor a la ciudadanía, tanto desde las empresas como desde los organismos públicos.

En este sentido Villalón reclamó un ordenamiento jurídico y legal más claro y eficaz para la gestión de los residuos. «Aunque intentemos ir a la vanguardia y adelantarnos implantando distintas herramientas para conseguir una mayor efectividad hay que ser más exigentes, y eso pasa por un marco regulatorio contundente».

Como conclusión, los participantes recordaron el compromiso de sus organizaciones con la sostenibilidad, incidiendo la necesidad de conseguir estos objetivos de desarrollo lo antes posible, y recordando el «papel fundamenal que tienen en ello no solo las grandes corporaciones, sino también las pequeñas y medianas empresas, que conforman buena parte del tejido empresarial del país, y por supuesto la sociedad, aliada en esta lucha para conseguir un mundo mejor», expuso como cierre Gustavo Calero.