La mítica marca Pulligan renace de la mano de la firma andaluza Teximbor

En 1885 la familia catalana Jover creó el grupo de moda Pulligan uniendo el nombre de las dos prendas más en boga en Londres (el pullover y los cardigans). El jersey de punto menguado con cuello de pico fue su producto fetiche, hasta el extremo de convertirse en sinónimo de la marca y en el líder nacional del sector textil español. A los 130 años de su nacimiento, esta firma emblemática de moda masculina ha renacido de la mano del empresario sevillano Manuel Márquez, que adquirió la marca el pasado verano y ahora acaba de lanzar la primera colección de esta nueva etapa. «Ha sido una enorme responsabilidad, ya que hemos relanzado una enseña con mucho prestigio y tradición sin renunciar a su esencia pero con una perspectiva más juvenil y actual», indica Márquez, presidente y fundador del grupo Teximbor.

Esta compañía cuya sede está en Bollullos de la Mitación nació hace dos décadas de la mano de Manuel Márquez, que fue el máximo responsable en España de la multinacional textil británica Fred Perry. Hasta ahora, su marca estrella ha sido Bruno Baresi, gracias a la cual está presente en más de 500 tiendas en España. En paralelo, cuenta con las filiales TXB Promociones (una línea de ropa para profesionales y prendas promocionales de calidad) y Bordados Industriales del Aljarafe.

Con la incorporación de Pulligan, Teximbor espera doblar su negocio. «No solo hemos comprado una marca, también hemos contratado al equipo comercial, al diseñador o al jefe de producción, además de retomar la relación con los talleres y proveedores donde tradicionalmente se ha confeccionado Pulligan para mantener así la misma calidad», apunta Márquez. Con estos mimbres, el empresario cree que Teximbor puede doblar su tamaño entrando ahora en otras 500 tiendas. «Hemos recibido ya numerosas peticiones por parte de clientes que quieren tener las prendas de Pulligan en el escaparate porque consideran que es una muestra de prestigio», apunta.

La apuesta por relanzar Pulligan se apoya también en dos hechos coyunturales que son positivos. Por un lado, «ya se ha notado un repunte del consumo en nuestra última colección de Bruno Baresi y esta tendencia, que debe mejorar a lo largo de este año, va a favorecer la evolución de esta marca». En paralelo, hay un auge de lo vintage (el gusto por objetos y marcas con historia y tradición, como es la propia Pulligan). «La gestión empresarial no es algo estable, sino dinámico, y en estos años de crisis hemos tomado decisiones que nos han convertido en una empresa más completa y competitiva», concluye Márquez.