«El emprendedor 'millennial' es más idealista, prefiere desarrollarse profesionalmente que ganar mucho dinero»
«¿Qué les pido a los políticos tras las elecciones de mañana? Un poco de orden, un poco de sentido común y mucho diálogo», reclama
Ricardo Nandwani (Málaga, 1980) preside desde hace un año y medio la Asociación de Jóvenes Empresarios, que cumple un cuarto de siglo con la satisfacción ... de haber sido pionera en difundir conceptos tan en boga ahora como cultura emprendedora y 'networking' en Málaga, pero también con el reto de acercar más la asociación a municipios de la provincia, donde los emprendedores carecen de los instrumentos de apoyo que proliferan en la capital.
–¿Es usted empresario por vocación o por necesidad?
–Totalmente por vocación. Mi padre siempre ha sido empresario (del sector del comercio) y siempre he querido parecerme a él. En casa mi hermano y yo hemos mamado esa forma de vivir; ese espíritu de sacrificio. Yo soy informático y después de trabajar por cuenta ajena, como autónomo y como socio de una cooperativa, en 2011 mi hermano, que es economista, y yo decidimos crear una empresa, previo paso por Esesa, donde hicimos un MBA. Sin esa formación no me habría aventurado porque no sabía por dónde empezar, que es lo que les pasa a muchos emprendedores. En 2012 constituimos Gestión A Consultores, una asesoría fiscal, contable y laboral que funciona bajo el concepto asesoría 3.0. Fuimos revolucionarios porque dimos un paso más para digitalizar la gestión del día a día de los empresarios y evitar el típico trasiego de papeles a la asesoría todos los trimestres. Después, en 2015, nació Aticco Software Empresarial.
–¿Cómo le entra el gusanillo de presentarse a presidir AJE?
–Nunca me lo había planteado. Pero AJE me ayudó a conseguir mis primeros clientes y proveedores y aquí he construido relaciones de confianza. Me lo propusieron y me pareció interesante; quería devolver a la asociación lo que me dio a mí.
–¿Qué balance hace de este año y medio al frente de la asociación?
–Hemos empezado a ampliar el tipo de proyectos que hacíamos, pensando en conocer el tejido empresarial malagueño de cara a poder mejorarlo y ofrecer lo que las empresas necesitan. Por ejemplo, el Termómetro del Emprendimiento lo hemos ampliado a nivel provincial junto a la Diputación. Y estamos trabajando en proyectos para 2020 que atacan problemáticas específicas de los empresarios de fuera de la capital. Observamos, por ejemplo, que hay empresas de segunda generación que no llegan a la tercera. Y vamos a llevar AJE a esos municipios donde los empresarios tienen más dificultades para dar a conocer sus negocios. Además, estamos trabajando para transformar los procesos internos de la asociación. Presentaremos dentro de poco el Plan 2020. Este 25 aniversario está sirviendo como punto de inflexión para culminar esa transformación que necesita AJE, como cualquier organización, para adaptarse a los cambios. Queremos mejorar la asociación para que nuestras empresas mejoren. Y a principios de 2020 esperamos presentar la nueva página web con muchas novedades para los asociados.
Logros en 25 años
–¿Cuáles han sido los principales éxitos de AJE en estos 25 años?
–Hablar de cultura emprendedora y de 'networking' cuando nadie lo hacía. El apoyo constante de información, formación y cohesión. El hecho de tener socios de todo tipo, tanto pequeños como grandes, ha generado beneficios para todas las partes. AJE ha atendido en estos 25 años a más de 25.000 emprendedores. La Málaga que tenemos hoy es en parte gracias al trabajo que ha hecho AJE.
–¿Cómo ve la economía malagueña? ¿Tiene miedo a ese frenazo del que todos hablan?
–Málaga está llevando bien esta ralentización que tenemos en España. Hombre, la incertidumbre y la inestabilidad siempre son preocupantes. Cuestiones como el Brexit hay que tenerlas en cuenta. Evidentemente es una amenaza, pero también hay que ver oportunidades y aprovechar nuestras fortalezas. ¿El sentido común qué dice? Pues que hemos de diversificar. Lo mismo pasa con los aranceles de EE UU. Por cierto, AJE puede ayudar a los empresarios que se vean afectados a reforzar ventajas competitivas o crearlas y buscar nuevos clientes y mercados.
«Dos de cada cinco empresas no supera los cinco años de vida»
–¿Qué espera de las elecciones de mañana?
–Los empresarios lo que pedimos es estabilidad y diálogo. Vivimos en una democracia y todas las opiniones han de ser escuchadas. Evidentemente la violencia no es la vía; el diálogo sí. Me preocupan las empresas de Cataluña y me preocupan las de Andalucía. Frente al momento que vivimos yo diría: un poco de orden, un poco de sentido común y mucho diálogo. ¿Qué les pido a los partidos? Que si hacen un programa lo cumplan. Sobre todo, que escuchen a los empresarios. Y que hagan los presupuestos no sólo mirando el corto plazo sino el largo, lo que España necesita en sanidad, pensiones, infraestructuras… Y también el día a día de las personas que lo siguen pasando mal porque no tienen trabajo o porque su salario está por debajo de lo que necesitan para vivir.
–Hablando de sueldos, ¿tenían razón los que decían que la subida del salario mínimo destruiría empleo?
–Depende del tipo de empresa. El comercio se ha podido ver afectado, sobre todo las empresas jóvenes. Quizá pueden haberse perdido oportunidades de empleo, porque el que se podía permitir tres empleados ahora se puede permitir dos y medio. En Málaga más del 95% de las empresas son microempresas que no se pueden permitir altos salarios. Que nosotros queremos que los trabajadores tengan un sueldo digno, pero vamos a mirar también la carga fiscal que soportamos.
«La mitad de lo que paga un empresario en sueldos se va en impuestos: necesitamos más bonificaciones»
Más flexibilidad
–¿Reconoce que tenemos un problema de bajos salarios?
–Sobre todo el problema es que tenemos muchísimos impuestos. Más del 50% de lo que se paga de un salario de un trabajador son impuestos. El problema es que han desaparecido todas las bonificaciones prácticamente. Y necesitamos más flexibilidad en el mercado de trabajo.
–¿Más flexibilidad? ¿No hay suficiente? Teniendo en cuenta que más del 90% de los contratos que se hacen son temporales...
–Me refiero a que sea más fácil contratar. Y a los altos impuestos. De 24.000 euros, el empleado al final se lleva 12.000.
–¿El paso de cero a un empleado es el más difícil?
–Claro, y si eres autónomo societario y quieres contratar a tu primer empleado, ya no existe tarifa plana. Es algo injustísimo. No se premia la creación de empleo; se fomenta seguir como autónomo pequeño. Y lo que necesita España es empresas grandes que creen empleo.
–¿Ha mejorado el acceso a la financiación?
–Sigue estando difícil, los bancos siguen pidiendo aval. De hecho es una de las principales cuestiones de las que se quejan los emprendedores. Para que te presten dinero tienes que tener dinero.
–¿Son más emprendedores ahora los jóvenes?
–Pues yo creo que igual. Pregunto a compañeros que dan clase en la Universidad y menos de un 20% de sus alumnos quieren ser empresarios, Muchos siguen queriendo ser funcionarios, quieren estabilidad. Y ser empresario tiene una cosa, y es que no hay estabilidad. Cuando eres empresario te das cuenta de que incluso siendo trabajador tampoco la hay; es una falsa percepción.
–¿En qué se diferencian los empresarios de las generaciones 'millennial' y posteriores?
–El emprendedor 'millennial' es más idealista y le da más prioridad a sentirse cómodo, realizarse profesionalmente y desarrollar sus convicciones personales que a ganar mucho dinero.
–¿Ha mejorado la tasa de mortalidad de las nuevas empresas?
–Según los últimos datos, dos de cada cinco empresas no llega a los cinco años de vida. Muchas veces el problema viene de los propios cimientos. Hay que formarse y asesorarse bien; hacer un estudio de mercado.
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