La bolsa para pymes ya tiene toque malagueño
Alfil Patrimonial y Solvento Group, dos sociedades de inversión inmobiliaria de Marbella, son las primeras de la provincia en cotizar en el mercado de valores para empresas en crecimiento
La bolsa para pymes, conocida hasta hace tres años como Mercado Alternativo Bursátil y después rebautizada como BME Growth, siempre ha tenido el reto de ... acercarse a empresas más allá de Madrid y Barcelona. El mercado de valores diseñado para que empresas de mediano tamaño puedan acceder a financiación en las mismas condiciones que las grandes entidades del Ibex 35 ya tiene 138 compañías cotizadas.
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En enero echó a andar BME Scaleup, un mercado 'hermano' de BME Growth que constituye «el primer peldaño en la escalera de financiación para las empresas, en el que las compañías no necesitan distribuir un porcentaje mínimo de su capital antes de cotizar y en el que se ofrece la necesaria transparencia a los inversores al tiempo que simplifica los requisitos de incorporación para empresas emergentes, compañías familiares o socimis [sociedades de inversión inmobiliaria] que buscan un primer contacto con los mercados financieros», explica a SUR el director gerente de BME Growth y BME Scaleup, Jesús González. Tres meses después de su estreno, en marzo sonó por primera vez la campana de este nuevo mercado de valores, y lo hizo con el toque de dos empresas marbellíes.
«En cuanto a la presencia de compañías malagueñas en los mercados de BME, sin duda creo que estas nuevas incorporaciones pueden suponer un primer paso y un revulsivo para ver más debuts bursátiles», subraya González, quien asegura que desde la compañía son optimistas respecto a las futuras incorporaciones de compañías procedentes de Málaga y Andalucía por la cantidad de empresas familiares con larga tradición y 'startups' que hay en la zona.
Cotizar para dar continuidad a la empresa familiar
Entre el amplio abanico de ventajas que ofrece a las empresas comenzar a cotizar en bolsa, las dos socimis marbellíes, Alfil Patrimonial y Solvento Group, coinciden en que uno de los beneficios de entrar en el mercado financiero de BME Scaleup, la nueva bolsa para pequeñas empresas, ha sido garantizar una planificación para la futura sucesión de la entidad. «Como empresa familiar te garantiza continuidad porque cuando se vayan sucediendo las generaciones, si algún miembro de la familia no quiere continuar, solo cambiaría el accionista, pero la empresa seguiría», apunta el presidente de Alfil Patrimonial, Francisco Gómez.
En este escenario, Alfil Patrimonial y Solvento Group aterrizan como las dos empresas pioneras en cotizar en BME Scaleup, después de más 60 años de trayectoria y de haber dado el paso de acogerse al régimen especial de las socimis hace dos años. Este concepto se define como Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria y su actividad principal es la adquisición, promoción y rehabilitación de activos de naturaleza urbana para su arrendamiento. «Se trata de una figura que ha ayudado a profesionalizar y dinamizar el sector inmobiliario, uno de los que tiene más importancia en la economía española», señala el director gerente de la bolsa para pymes.
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En lugar de buscar financiación a través de petición de préstamos o dando una entrada a un socio, las pequeñas empresas tienen ahora la oportunidad de salir a bolsa colocando parte de su capital en un mercado de valores, de forma que los inversores puedan comprar sus acciones.
La falta de instrumentos como BME Scaleup llevó a las dos mencionadas entidades marbellíes a cuestionarse si dar el paso de cotizar en la Bolsa Euronext de París. Pero la creación de esta nueva bolsa les ha permitido poder hacerlo en su propio país. Alfil Patrimonial ha comenzado a cotizar en el nuevo mercado de BME con un precio de referencia de 7.350 euros por acción, lo que implica una valoración total de la compañía de 73,5 millones de euros. Por su parte, Solvento Group ha fijado el precio de referencia para el inicio de la contratación de las acciones en 13 euros por acción, lo que implica una valoración total de la compañía de 64,5 millones.
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Para ambas empresas, convertirse en entidades cotizadas es sinónimo de mayor seguridad. «En principio, no somos una empresa cotizada porque queramos salir al mercado a captar capital. Para nosotros es muy importante que nos hace tener todo muy ordenado, hacer auditorías, y cumplir una serie de requisitos que para el accionista son una garantía de que todo se hace bien y controlado, por lo que también nos beneficia de cara a la banca para financiar proyectos», detalla el CEO de Alfil Patrimonial, Francisco Gómez.
En este sentido, señala que al cotizar en esta bolsa, su empresa experimenta la tranquilidad de estar bajo el paraguas de un mercado de valores oficial. «Es una forma de que las empresas familiares nos profesionalicemos más, y financieramente nos permite cotizar en un mercado y generar mucha confianza a la hora de acceder a financiación privada», añade.
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Al estar cotizando en BME Scaleup desde apenas un mes, Gómez ha observado cómo les ha cambiado la vida en cuanto a financiación bancaria, ya que han accedido a productos bancarios que antes era imposible obtener. «Hemos multiplicado nuestra tesorería por dos y tenemos nuestro 'scoring' de crédito de nueve sobre diez», asegura el CEO, quien reitera que aún falta mucho trabajo de pedagogía para que se dé a conocer este nuevo mercado, de forma que se conciencie al empresariado andaluz de lo positivo que es acceder a él.
Por otro lado, el director general de Solvento Group, Francisco Giménez, subraya que acceder a este mercado financiero no solo permite que entren inversores y, por tanto, dinero en la empresa, sino que permite dar garantía de que la empresa tiene una transparencia total.
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Giménez considera que, a pesar de que cotizar en el mercado BME Scaleup proporciona beneficios como la eliminación de la necesidad de difusión accionarial y flexibilidad en cuanto al 'free-float'-cantidad de acciones en circulación de una sociedad cotizada que se encuentran disponibles para su compra a través del mercado-, también representa un salto al vacío. «Va a costar trabajo que el grupo empresarial familiar malagueño lo entienda, no porque no sea transparente, sino porque hay que dedicarle tiempo y esfuerzo a cosas de las que están convencidos que están bien hechas, pero está claro que hemos dado el primer paso y vendrán otras muchas detrás», asegura el CEO de Solvento Group, quien no descarta ir creciendo en el mercado de valores y, quién sabe, si terminar cotizando en la gran bolsa en un futuro.
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