Aprendizaje y formación a través de videojuegos

A partir de este momento, Cañete comienza a plantear nuevas maneras de hacer estos cursos como adaptar un videojuego y piensa que las novelas visuales interactivas podría ser la manera de hacerlo. «Sale un personaje que cuenta su historia, va tomando decisiones, va ganando puntos y puede intentar añadir más mecánicas», explica el fundador de Novelingo, que surgió en 2021 en el Polo de Contenidos Digitales a través de una incubadora de la Escuela de Organización Industrial. Tras este proceso de seis meses trabajando con mentores, Cañete alquiló un espacio de coworking y, ahora, una oficina en la que son cuatro personas.

Al principio, algunas empresas no querían aplicar la parte de 'storytelling' y gamificación, según explica el CEO, porque lo veían «infantil». «Ya está demostrado que sirve para hacer que terminen los cursos y para aprender jugando», señala. Desde Novelingo también investigan qué forma es «la mejor» para que los conocimientos queden en cada uno de los alumnos y que no sólo sea jugar a un videojuego para ganar monedas. «Tiene que ser una formación en la que se consiga obtener los conocimientos de los objetivos pedagógicos que se han propuesto», apunta. Lo fundamental para la startup es validar que este método tiene sentido, tanto para las empresas como para ellos mismos. Algo que comprobaron con unos «pequeños videojuegos».

A finales de 2021, crearon el videojuego 'Maruja Mallo', apoyado por el Ministerio de Cultura, sobre las artistas de la Generación del 27, y con el que consiguieron varios premios. Más tarde, hicieron dos juegos para el Ayuntamiento de Málaga: 'Academia Alborán' y 'La Búsqueda'. También cuentan con uno sobre ciberseguridad y otro dedicado al flamenco, el más reciente. «Intentamos satisfascer lo que las empresas necesitan, pero también toda la parte de educación y cultura encaja perfectamente en este tipo de videojuegos y de formación», aclara Cañete. El CEO asegura que siguen pensando en las empresas, sin perder de vista las instituciones formativas y culturales. «Estamos construyendo una producto de I+D, que es una plataforma en la que cualquiera puede crear un videojuego como los que hacemos nosotros», desvela. Los usuarios de esta plataforma podrán desarrollar este tipo de novelas visuales interactivas a través del navegador web y van a tener un editor en el que pueden ir creando «de forma sencilla» con Inteligencia Artificial estos juegos. «En esa misma plataforma podrán jugarlo y se les hará un seguimiento para ver los datos y hacer una serie de informes que pueden interesar a empresas e instituciones que quieran contratar esta plataforma», señala.

La intención es que este proyecto, llamado Novelingo Studio, dé el pistoletazo de salida en 2025. «Va dirigido a las empresas, a esa parte de recursos humanos que puede estar interesada en hacer una formación 'on line' que capte mejor a sus usuarios y que los haga terminar los cursos. También a las instituciones culturales como museos, que pueden estar interesados en hacer sus propios videojuegos. Y, por otro lado, tiene todo el sentido que lo usen las instituciones educativas», apunta Cañete, quien también señala a los creadores de contenidos como potenciales consumidores de esta plataforma.

Por otro lado, Novelingo intenta apostar por el talento local. Los ilustradores, músicos y demás colaboradores que necesitan para sus proyectos suelen ser malagueños. «Suele ser gente cercana al Polo Digital de Contenidos», concluye el CEO de la startup.