El beneficio de la banca, a la baja por el nuevo impuesto

Las ganancias del sector bancario, que en 2017 superaron los 12.000 millones, se verían drenadas de forma distinta según el tipo de banco. Para las dos grandes corporaciones el impacto sería de un 2% o 3% de su beneficio, al tener una cartera de negocios mucho más internacionalizada que la banca puramente doméstica, cuyos resultados se verían recortados en algunos casos hasta un 10%.

Fuentes de las entidades financieras insisten en que, si finalmente se aprueba el impuesto financiero, los bancos acabarán repercutiendo esa subida en los servicios y operativa que ofrecen, mediante un incremento de las comisiones que pagan sus clientes. Además, han advertido en varias ocasiones que también se incrementará el coste del crédito que conceden, con un alza en los intereses. Sin embargo, organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) no tiene tan claro que eso vaya a ocurrir y recuerda el caso de la imposición de las provisiones contracíclicas, en el año 2004, con las que la banca estaba en contra y amenazaba con subir costes, algo que finalmente no sucedió.

Por otra parte, los sindicatos mayoritarios de la banca han mostrado su temor a que ese impuesto lleve a las entidades a aplicar nuevas medidas de recorte laboral e incluso que aumenten aún más los despidos que ya están realizando desde que comenzó la crisis.