El aviso del Banco de España sobre los costes de hacer una transferencia al extranjero

Desde este organismo regulador piden tener, en primer lugar, a qué país pertenece la cuenta cuenta bancaria a la que se quiere realizar la transferencia. Dependiendo de su localización, el importe y la moneda que se quiera enviar, podrá variar tanto el tiempo de abono, como el coste de la operación.

Según donde se encuentre el banco, se recibirá el dinero con unas condiciones diferentes. Si pertenece a la zona SEPA (Zona Única de Pagos en Euros) es como si se hiciera en España: el dinero estará disponible, como muy tarde, al siguiente día hábil después de que llegaran los fondos al banco. Además, los gastos deben ser repartidos entre el ordenante y el beneficiario; es decir, que el banco en el que se ordenó la transferencia cobrará sus gastos y el banco del beneficiario le cobrará a él los suyos.

Si se hace a un país situado fuera de la zona SEPA, los plazos de llegada de los fondos a la cuenta destino pueden incrementarse y los gastos no tienen por qué ser compartidos. Además, si interviene un banco corresponsal, el banco debe informar de la posibilidad de que aquel cargue sus propias comisiones.

En todo caso, el banco debe proporcionar al ordenante la siguiente información: una referencia que le permita identificar la operación junto con la información relativa al beneficiario (cuando esté disponible), su importe en la moneda utilizada, el desglose de todos los gastos y comisiones que sean de su bolsillo (junto con el tipo de cambio a aplicar, en su caso), así como la fecha en la que se considera recibida la orden.

Los datos necesarios para enviar una transferencia serán los siguientes:

-Nombre completo del destinatario y si es posible, la dirección. Cuantos más datos haya, más información tendrá el banco de destino a la hora de abonar los fondos.

-IBAN o número de cuenta bancaria de destino. Para todas las transferencias es el dato más importante (en formato IBAN para todos los países SEPA) y sobre el que se abonará la transferencia.

-Código SWIFT/BIC de la cuenta de destino para las transferencias internacionales. Es el nombre y dirección codificada del banco destinatario en la red Swift. Se compone siempre de 11 dígitos. En caso de que la cuenta del beneficiario sea un IBAN correcto, el banco podrá deducir cuál es el código de forma automática.

-Importe y divisa en la que se quiera realizar el pago.

Pero, ¿qué pasa si la transferencia no se ejecuta o se hace incorrectamente?

Según explica el Banco de España, si el error es del ordenante, el banco debe hacer esfuerzos «razonables» para tratar de recuperar el importe transferido, contactando con el banco receptor. No obstante, hay que saber que este último no puede devolver el importe de la operación, salvo que cuente con el consentimiento del beneficiario o con un mandato legal.

Si el banco es el responsable por haber realizado la transferencia sin tener en cuenta el número que se le ha dado o por haber duplicado la orden, se entiende que no se ha autorizado la operación, por lo que se podría retroceder sin necesidad del consentimiento del beneficiario, aunque sí se le debería comunicar.

El coste vendrá determinado por el importe enviado, la urgencia en que la operación llegue a destino y el tipo de comisiones que se le apliquen a la transferencia. Cada entidad cobrará los gastos según las condiciones establecidas.

Además, costarán más aquellas operaciones que supongan cambio de divisa, es decir, las que se realicen a países que tengan una moneda diferente a la del país de origen de la transferencia o el origen sea una cuenta en distinta divisa a la del pago que se quiere realizar. En estos casos influirá el tipo de cambio. Hay que prestar atención a este indicador, impuesto por el mercado, que marca el valor de una moneda respecto a otra y que varía atendiendo a indicadores como la inflación del país o las tasas de interés, entre otros factores.