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El nerjeño Ramón Jiménez, con una planta de pitaya y una fruta, de la variedad Ruby Red, en su finca de Torrox. E.C
La pitaya echa raíces en Málaga con múltiples usos en la cocina

La pitaya echa raíces en Málaga con múltiples usos en la cocina

La superficie cultivada en la Axarquía aumenta con cruces de variedades que cada vez son más solicitados por los chefs

Eugenio Cabezas

Nerja

Lunes, 12 de noviembre 2018, 00:14

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Lo que más sorprende de la pitaya o fruta del dragón es su aspecto exterior, aunque cuando se abre tampoco deja a nadie indiferente. Y al paladar resulta igualmente un sabor muy llamativo. Originaria de América, esta fruta tropical tiene forma ovalada, con espinas por fuera y hay más de 70 variedades, con colores que van del blanco al rojo, pasando por el rosa y el rubí. Esta fruta tropical, muy aromática y de sabor dulce y agradable, se está expandiendo con fuerza por la Axarquía, de la mano de productores locales que están realizando cruces y obteniendo variedades autóctonas.

Éste es el caso del nerjeño Ramón Jiménez, que cuenta con una finca de unos 1.000 metros cuadrados en Torrox, en la que produce alrededor de 1.000 kilos de pitayas al año. Las vende a un distribuidor de Almuñécar (Granada) y en negocios de hostelería de la zona. Entre sus clientes está el chef nerjeño Sergio Paloma, que regenta el restaurante Patanegra 57 en la localidad axárquica.

«Llevo desde 2004 sembrando pitayas y ya he conseguido una variedad que se adapta al cultivo exterior, sin invernadero, se llama Ruby Red», explica Jiménez, quien detalla que se trata de una fruta «rentable», ya que el precio que se paga al agricultor ronda entre los 5 y 10 euros el kilo, y cada pieza puede pesar entre 400 y 1.000 gramos. La explotación de Jiménez es además 100% ecológica, ya que no emplea fertilizantes químicos.

Otra de las particularidades de la pitaya es que se pueden usar también sus flores, para elaborar sopas, y sus tallos nuevos, que también son comestibles. «Es una excelente fruta con un peso medio de 500 gramos en la variedad hylocereus costarricense, de sabor dulce intenso. Es muy apropiada y recomendable para la elaboración de salsas, postres y deshidratada, potenciando su sabor», explica el cocinero nerjeña, que la ofrece en la carta de su establecimiento.

La pitaya es un tesoro desde el punto de vista nutricional, pues contiene antioxidantes, mucílagos, ácido ascórbico y fenoles, entre otros componentes principales. Es rica en vitamina C, también contiene vitaminas del grupo B, minerales como calcio, fósforo, hierro, tiene un alto contenido en agua (95%) y posee proteína vegetal y fibra soluble. Las semillas, que son comestibles, contienen ácidos grasos beneficiosos. Y una de sus propiedades más destacadas es su acción antiinflamatoria y antioxidante. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo.

A pesar de su peculiar aspecto, la pitaya se come como cualquier otra fruta. Se corta por la mitad y se saca la pulpa con la cuchara, y las semillas también se comen, por lo que la forma de tomarla es muy similar a la de un higo chumbo. Se puede incorporar en la preparación de batidos, helados y pasteles, y también se utiliza para elaborar mermelada y compotas.

Entre sus propiedades y beneficios para el organismo, está retrasar el envejecimiento celular, así como reforzar el sistema inmunológico, estimulando la producción de glóbulos blancos, rojos y plaquetas. Igualmente, la pitaya o fruta del dragón posee efectos antiinflamatorios, ayudando a regular el tránsito intestinal, al tiempo que sus semillas tienen efecto laxante. Según las organizaciones sanitarias que la han estudiado en laboratorio, la pitaya ayuda a prevenir los cálculos renales, a regular el nivel de azúcar en sangre, estimulando la producción de colágeno.

Igualmente, entre las propiedades más destacadas de esta fruta tropical está que mejora la absorción del hierro, un mineral imprescindible para evitar o combatir la llamada anemia ferropénica. Asimismo, es un alimento excelente para la formación de los huesos y los dientes. Por último, al ser rica en agua y baja en carbohidratos, su consumo es recomendable para personas que realizan dietas de adelgazamiento.

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