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BioAlgarrobo ha comenzado a producir una nueva variedad de pimiento para el mercado alemán, así como papaya ecológica y calabaza ocairo.
La horticultura malagueña se reinventa con nuevas variedades cada año

La horticultura malagueña se reinventa con nuevas variedades cada año

El sector, que facturó unos 170 millones de euros en 2014, persiste pese al empuje de cultivos más rentables como los subtropicales

Agustín Peláez

Sábado, 18 de julio 2015, 01:08

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En algunos lugares como la vega del río Vélez cada vez son menos los productores que siguen apostando por los cultivos hortícolas tradicionales (tomate, lechuga, berenjena, pimiento, cebolla, judías verdes, habas, col o patata, entre otros). Las típicas huertas se han ido transformando con el paso de los años en explotaciones de aguacates y mangos, aún cuando hay técnicos que lo consideran arriesgado por las heladas que se suceden en los inviernos más duros. Sin embargo, el mayor valor de este tipo de fruta ha hecho que muchos agricultores hayan apostado por el subtropical.

Si esta situación no se ha dado en otras zonas agrícolas de Málaga como el valle del Guadalhorce es en parte por la falta de garantías de suministro de agua. Las conducciones de riego del sistema del Guadalhorce están obsoletas y los cultivos dependen de un calendario de riego que establece la Administración autónoma. La calidad del agua tampoco es la mejor, debido al agua salada del manantial de Meliones. «Somos una zona privilegiada para la horticultura, sin embargo muchos productores están por otros productos no hortícolas», señala el secretario general de Asaja Málaga, Benjamín Faulí.

Competencia

Pese a la dura competencia de los invernaderos de Almería y Marruecos, el sector , que ocupa en Málaga unas 10.235 hectáreas de cultivo, no deja de reinventarse para poder competir y buscarse un hueco en el mercado, ya no solo nacional, sino internacional.

La papaya gana terreno

  • En la comarca de la Axarquía comienza a ganar terreno dentro de los cultivos subtropicales, aunque todavía tímidamente, la papaya. Es el fruto de un árbol que se lo conoce como papayo. Su nombre científico es Carica papaya y pertenece a la familia de las caricáceas. Se trata de un árbol de vida corta, pero muy productivo, entre 100.000 y 200.000 kilos por hectárea. La fruta alcanzan un peso de 500 gramos en promedio, pero en algunos casos una sola pieza puede llegar a pesar varios kilos. La superficie de cultivo ronda ya las cinco hectáreas.

Este es el caso de empresas como Couteleau y García, considerada el mayor productor de melones charentais a nivel nacional, que ha comenzado a hacer ensayos con cultivos hortícolas alternativos buscando una mayor rentabilidad. Las pruebas se han centrado en lechugas y sandías baby.

Lo mismo sucede con BioAlgarrobo, que este año ha apostado por nuevos cultivos de pimientos tipo ramiro y calabazas ocairo destinados al mercado alemán. Según el presidente de la sociedad, José Carlos Varela, el secreto están en adaptarse a las demandas del mercado. «Tenemos en proyecto iniciar cultivos de pimientos baby tricolores para destinar a la exportación», afirma.

En los últimos años se han impuesto también en el campo malagueño las sandías sin huesos. Y se han introducido nuevas apuestas como la stevia y la moringa, especialmente en la Axarquía; y la quinoa, un pseudo cereal típico de los Andes, que ha comenzado a cultivarse por primera vez en la vega antequerana. La producción agraria del sector hortícola malagueño alcanzó en 2014 una facturación de 169,77 euros, un 11,18% menos que en el ejercicio anterior.

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