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M. RIVAS
Turriziani, el 'niño de oro' que sueña con volver a la élite del tenis

Turriziani, el 'niño de oro' que sueña con volver a la élite del tenis

Se asentó entre los grandes referentes españoles en su etapa de menores y ahora, a sus 19 años, ha vuelto a casa para recuperar su mejor versión

Marina Rivas

Jueves, 30 de junio 2022, 00:37

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Cuando te enfrentas al exigente y a veces cruel mundo del deporte de alto nivel y quieres aspirar a lo máximo, o eres un fuera de serie o trabajas para serlo. Él reúne todas las condiciones para llegar a donde quiera: es alto, joven, tiene físico, rapidez, fuerza y, lo más importante, convicción y cabeza. A día de hoy, ya a nivel sénior, es un completo desconocido para muchos, pero el benalmadense de 19 años Alejandro Turriziani (su padre es argentino, de ahí su apellido) ha sido una institución nacional en su etapa de menores, cuando los miembros asiduos del equipo nacional eran Daniel Rincón (nº 665 del 'ranking' ATP, Daniel Mérida (nº 555), un 'tal' Carlos Alcaraz (nº 7) y él (nº 1.801).

Comenzó en el tenis con apenas 4 años en el patronato de Torremolinos, motivado por sus padres, que le vieron buenas cualidades cuando jugaba con su pelota en casa. Compaginó este con fútbol y baloncesto, aunque se decantó pronto. Siendo sólo un niño decidió que no necesitaba plan B, que lo único que quería era ser tenista. Su madre, que se dedica a la inmobiliaria, y su padre, que trabaja en un lavadero de coches, no tenían precedente alguno de deportistas en la familia, pero viendo la motivación de su hijo, no dudaron en apoyarlo. A los 10 años le acompañaron a Croacia, donde conseguiría el primer gran título internacional de su vida: Turriziani se proclamó campeón de la reconocida Smrikva Bowl, el Mundial benjamín, ganando la final a Alcaraz.

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Entonces, el nivel entre los españoles era muy parejo. Y lo siguió siendo durante su crecimiento. A los 12 fue subcampeón de España y campeón de dobles, jugó la Summer Cup con la selección española y fue subcampeón de Europa. A los 14 volvió a ganar el Nacional en dobles (con Daniel Rincón), fue quinto con la selección en la Davis Cup júnior... Una estela interminable. «A los 14 me llamaron de la selección para ir con Dani Rincón al CAR de Sant Cugat, nos fuimos a los 15 y estuvimos justo 11 meses, porque cerró por temas económicos», cuenta el joven malagueño. Por suerte, el destino y sus cualidades le abrieron las puertas de la academia de Juan Carlos Ferrero, Equelite, en Alicante. «Llegué allí en septiembre de 2018 y estuve tres años. Allí lo hacía todo: estudiaba y entrenaba un total de 5-6 horas. No me ponían objetivos de 'ranking', pero querían verme crecer y mejorar mi tenis», continúa explicando.

Turriziani (en el centro), junto a Alcaraz y Rincón en el Mundial sub-10 de Croacia.
Turriziani (en el centro), junto a Alcaraz y Rincón en el Mundial sub-10 de Croacia. rfet

Pero llegó el momento en que quiso salir de aquella burbuja y buscar un cambio que impulsara sus metas. Turriziani quiere llegar alto, quiere que el mundo le conozca, quiere volver a deslumbrar como aquel 'niño de oro' que fue. Se acabó la etapa júnior (el año pasado, realmente), y ahora toca enfrentarse a la vida real. «El cambio de júnior a profesional... Es otro nivel. Es difícil, pero nunca he dudado, quiero seguir, quiero llegar a ser profesional. Es cuestión de no decaer, de seguir y confiar en que vayan llegando los resultados»

La exigencia del tenis y la temprana edad a la que se marchó de casa le hicieron madurar con rapidez. Ahora recupera el tiempo perdido al estar más cerca de su familia y amigos; ha vuelto a Benalmádena, donde se entrena con Amaris Sánchez en el Club Riviera (Mijas). «Hago tres horas y media de tenis al día y una hora y media de físico, y luego los fines de semana dos horitas de tenis. Además estudio ADE 'online' por la Alfonso X El Sabio», explica.

Quiere cumplir su sueño de ser profesional desde casa y, aunque poco a poco, va dando grandes pasos, como en el Challenger de Málaga (accedió por 'wild card'), donde firmó en la previa su primer victoria en un Challenger al ganar al ex nº33 del 'ranking', Istomin. Por desgracia, cayó en la siguiente ronda ante Mccabe (nº 520), pero acostumbrado a los torneos Future, en los que va ganando puntos ATP, aquel triunfo fue un sueño. «Quería competir, pero no esperaba para nada ganar; era un gran rival y nunca había jugado un torneo así, y encima en la central en mi casa. Estaba en 'shock'», reconoce todavía ilusionado.

Se entrena, viaja y compite aun sin contar con ningún tipo de ayuda económica (sólo cuenta con Wilson, que le otorga material), pero todavía así: sus sueños están por encima de los obstáculos: «Para este año, me gustaría poder bajar de los 1.000 en el 'ranking', es un buen objetivo. Me voy poniendo pequeñas metas para superarlas poco a poco. Y de aquí a cinco añitos me gustaría un 'top-200'».

Muy personal

-Un cantante o grupo.

-Rauw Alejandro.

-Una serie.

-'Prision Break'.

-Un libro…

-El de Rafa Nadal.

-Una manía o amuleto para la competición.

-Me gusta estar solo antes de jugar, luego durante el partido tengo muchos 'tics'.

-Un referente.

-Rafa Nadal.

-¿Y de otro deporte?

-Messi me encanta.

-Un segundo deporte.

-El golf, juego de vez en cuando. Aunque me gustan todos los deportes.

-¿Tiene tatuajes?

-Dos, uno con un infinito y las iniciales de mis padres, y otro de unos triángulos que simbolizan los cambios.

-Se le da muy bien...

-Aprenderme las letras de las canciones.

-Y muy mal...

-Cocinar, no tengo ni idea.

- No se retirará hasta que...

-Hasta que entre en el 'top-20' mundial, eso sería lo soñado.

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