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Alejandro Davidovich completa un servicio en el partido de este viernes ante Norrie. AFP
Proeza de Davidovich, al pasar a octavos de final del US Open

Proeza de Davidovich, al pasar a octavos de final del US Open

Pese a unas dudas en la segunda manga y el inicio de la tercera, ocho juegos seguidos anotados le dieron un brillante triunfo ante el zurdo británico Norrie por 7-6 (2), 4-6, 6-2 y 6-1

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Viernes, 4 de septiembre 2020, 20:17

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Se agotan los adjetivos para calificar el periplo de Alejandro Davidovich (99º en el 'ranking' el pasado lunes) en el US Open. El malagueño, debutante en el Grand Slam neoyorquino, en una temporada marcada por una grave pandemia y la inactividad en las canchas, ha alcanzado los octavos de final del torneo y llegado a límites desconocidos en el tenis malagueño.

Después de esta hazaña, de superar en cuatro mangas al británico Cameron Norrie en dos horas y 43 minutos por 7-6 (2), 4-6, 6-2 y 6-1, ocupará el 'ranking' más alto de un tenista local en la 'era ATP' y se permitirá el lujo de alcanzar la prestigiosa segunda semana de un 'grande', aunque seguramente su cita de octavos será este domingo, probablemente ante un 'top ten' , el alemán Alexander Zverev (que se mide al galo Mannarino).

El choque medía a dos tenistas que no son capaces de sacar tanta ventaja con el saque en pista rápida como los más grandes, y que no se habían visto nunca en la tercera ronda de un Grand Slam, con lo que quedaba claro que iba a ser vital el aspecto mental, la concentración tan determinante en una disciplina individual como el tenis. Norrie, viejo conocido de aquella contienda de Copa Davis de Marbella de 2018 (aunque allí el malagueño fuera sólo un 'sparring' del cuadro hispano), jugó muy bien en su partido anterior ante Coria en los puntos de 'break' en contra, y esa capacidad le sostuvo en la primera fase del partido. Pese a perder el primer set en el 'tie break'.

Era la mejor versión de Davidovich hasta entonces en el torneo y, quizás, en su carrera. Un tenista tan temperamental y genial como él, ccentrado, felino de piernas, con continuidad en su juego y buena construcción de las jugadas. Con dos rupturas para cada contendiente en el tercer y cuarto juego, el rinconero se vio muy exigido en el tramo final del set, pero forzó la 'muerte súbita' y se la apuntó con cinco puntos seguidos.

Los problemas de concentración llegaron en el segundo set. Con 2-2 Davidovich dispuso de tres puntos de 'break' (llevaba sólo uno de nueve), y perder el último de ellos, cuando lo tenía casi ganado en la red desesperó al pupilo de Jorge Aguirre, que entró en una fase de desesperación que amenazó con sacarle del partido. Con todo, dispuso de otra buena opción con 5-4 y restando para igualar de nuevo el set, pero se le escapó con un 'passing' a la calle de dobles por milímetros, como cantó el artilugio electrónico (no hay jueces de línea en la pista 6).

Con igualdad en el choque todo pintó peor cuando Davidovich volvió a perder su saque en el arranque del tercer set (2-1), pero entonces surgió el momento clave del encuentro. El malagueño sacó fortaleza de donde no se esperaba para encadenar ocho juegos consecutivos. Fue un vendaval frente a un Norrie, un jugador habitualmente rocoso, pundonoroso, agresivo, muy entregado en la pista. Esto le dio una renta al rinconero casi definitiva con un 0-3 a favor ya en la cuarta manga.

No hubo reacción. El zurdo británico frenó la sangría ganando un juego, pero el partido siguió en la misma dinámica de juego. Davidovich, muy confiado, cambió ritmos de la bola y soltó 'hachazos' ganadores consciente de que era entonces o nunca. Y a fe que fue así. Su éxtasis al final del partido reflejaba lo conseguido. Si ante Hurkacz afirma que jugó su mejor partido de siempre, en pocas horas habrá quedado relegado en sus preferencias.

Un "nudo en el estómago" al amanecer

«No estoy nada sorprendido. Hemos trabajado duro en la cuarentena y, después de ella, a muerte. No ha habido ni un día de descanso. Gracias a ese trabajo que hemos hecho estamos recogiendo el fruto», dijo Davidovich tras el duelo.

«Estoy muy agradecido a mi equipo por todo el trabajo. Sin ellos no estaría donde estoy. Estoy evolucionando de menos a más», reconoció el tenista, quese siente con «confianza». En ese sentido, atribuyó parte del resultado al trabajo con su psicólogo desde hace años, al que ayer tras pasar una noche de nervios y amanecer con un «nudo en el estómago» de cara a la tercera ronda disputada este viernes.

«Ha sido un partido duro aunque el resultado parece fácil. (Norrie) Sacaba bastante bien y me ha resultado difícil porque hace tiempo que no juego con un zurdo», concluyó.

Davidovich-Norrie: 7-6 (2), 4-6, 6-2 y 6-1 (2h. 43 min.)

  • ‘Aces’: 4/8

  • Dobles faltas: 3/6

  • % 1º servicio: 68/64

  • % Ganados 1º servicio: 68/64

  • % Ganados 2º servicio: 69/45

  • Puntos ‘break’ convertidos: 6-18/3-8

  • ‘Winners’: 31/29

  • Errores no forzados: 34/57

  • Máximo puntos seguidos: 14/10

  • Total de puntos ganados: 128/104

  • Distancia recorrida (metros): 2.767/2.787

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