Vuelve Nadal

La clave del partido estuvo en el disputado primer set, que se terminó apuntando el balear en el desempate en una hora y un minuto. Desde entonces, Nadal pisó todavía más el acelerador con muchas derechas a la línea y y Berdych sucumbió sin apenas resistencia en la segunda manga. La derecha del balear fue la mejor de sus últimos tiempos y sus pies recuperaron la velocidad que le hacen demoledor. En el cielo abierto de Madrid, con el calor casi balear, las bolas del de Manacor recuperaron su fuerza y el daño que hace a los rivales cuando tienen que devolverla.

«Es de los mejores partidos que he jugado en el año. Estoy muy, muy contento. Esta semana era vital para mí y estar en la final es una noticia inmejorable porque venía como venía. El año pasado Madrid me sirvió muchísimo y este año también», reconoció el español al final del partido. «Todos los rivales son complicados, especialmente si vienes con esa dinámica. Tienes que trabajar más porque cambiar las dinámicas es complicado», apuntó sobre una temporada irregular en la que todavía no había alcanzado ninguna final en tierra batida.

El duelo sirvió para que el manacorense recuperara su confianza después de que el viernes superara a Grigor Dimitrov, el primer rival de entidad en Madrid. Berdych se opuso con firmeza a Nadal en el primer set de la semifinal pero esta vez el español enseñó su mejor cara y la que le hace ser temido entre sus adversarios cuando pisa la arcilla. «Realmente esta semana no sé si sabéis lo que significa para mí, pero jugar aquí supone una gran emoción», afirmó ante el público madrileño en una muestra de que la recuperación mental ha llegado con el apoyo de los aficionados, aunque más por el retorno a las buenas sensaciones. Nadal, actual número 4 del mundo, sólo cuenta un título en la presente temporada (Buenos Aires), aunque aspira a su quinto título en Madrid, el que sería su tercero consecutivo. De momento, ya ha lanzado un mensaje a sus compañeros del circuito: ha vuelto.