Djokovic y Federer, finalistas en Indian Wells

El partido fue una revancha de la final del Abierto de Australia de principios de este año, ganada por serbio en cuatro sets de 7-6 (7/5), 6-7 (4/7), 6-3, 6-0. Nole extendió a seis su racha de victorias conecutivas sobre Murray, y a 17-8 el balance de la cuenta personal entre ambos.

Esta es la segunda vez que ambos se encuentran en Indian Wells. En 2007, Djokovic concedió sólo cinco games contra el escocés para firmar su primer título en un torneo de la Serie Masters de la ATP.

La última victoria de Murray sobre el Nole data de la final de Wimbledon-2013, único título de Gran Slam que ha ganado en su carrera.

El calor típico del desierto californiano pareció afectar más a Murray que a Djokovic. Al escocés se le vio en el partido bebiendo abundante líquido y frotándose hielo por su nuca. Nole encontró rápido su ritmo desde la línea de fondo, y usó su agilidad para sorprender con avances a la red, quebrando el servicio de Murray y consolidando una ventaja de 3-0. «Entré bien temprano en el juego con la intensidad adecuada, mientras que Andy hizo un montón de errores no forzados», dijo el campeón defensor.

Murray siguió cometiendo errores y cayendo en el abismo de la frustración con cada tiro que se le iba de largo y quedaba en la red, y el campeón aprovechó para abalanzarse y tomar ventaja de 4-1. Con Murray errático, Djokovic selló facil el primer parcial en 38 minutos, beneficiado por 16 de los 29 errores no forzados de Murray en el partido, además de el pobre 22% de efectividad en su servicio.

En el segundo, el serbio continuó machacando a su agotado rival con derechas y reveses por todo el terreno, para abrir con otra ruptura y tomar ventaja de 3-0. Definitivamente, no era el dia de Murray, que no obstante quiso levantar el muerto a la altura del 5-2, y aunque salvó su servicio, con ello sólo prolongó la agonía del desenlace.

Apenas seis minutos después, Djokovic aseguró la victoria con un tiro a la línea que dejó impávido a Murray, quien se resignó al cabo de una hora y 28 minutos una pelea que fue más contra sus propios demonios, que contra su rival más enconado del circuito.

Los tres grandes títulos de Murray en su carrera -la medalla de oro olímpica de Londres 2012, el Abierto de Estados Unidos de ese año y Wimbledon 2013-, fueron contra Djokovic. «Yo esperaba una batalla, porque siempre es el caso contra Andy, pero el fue incapaz de jugar como yo esperaba», concluyó Djokovic.

Federer neutraliza el saque de Raonic

El suizo Roger Federer neutralizó el potente servicio del canadiense Milos Raonic, a quien superó por 7-5 y 6-4 en una hora y 27 minutos. Federer buscará su quinta corona en el desierto californiano tras las obtenidas en 2004, 2005, 2006 y 2012. La de este domingo será su final número 40 de un Masters 1000 y la 127 en su carrera.

El suizo demostró una vez más su dominio frente a Raonic, a quien ha superado en nueve de las diez ocasiones que se han enfrentado. La única derrota para el suizo llegó en el Masters de París del pasado mes de noviembre.

En esta reedición de la final de Brisbane, Raonic quiso sentar las bases desde el comienzo con un juego en blanco basado en su increíble saque. Sin embargo, encontró enfrente a un rival con un saque tan feroz y abrumador como el suyo y el choque se convirtió en un festival de cañonazos.

Ese magnífico nivel de precisión vio un susto con el punto de 'break' que tuvo el suizo con 2-2. Era el primer aviso en unos compases en los que ambos se movían bien y restaban con cierta holgura.

Con calma y paciencia, sin desesperarse, Federer esperó su momento y disfrutó de tres bolas de 'break' con 5-5. Raonic salvó las dos primeras, no así la tercera, y por ahí se fueron las esperanzas del canadiense. Federer se anotó su saque con un juego en blanco y, de paso, el primer set.

Aquello minó la confianza de su contrincante. El número seis del mundo cedió un nuevo 'break' ante un precioso revés de Federer, imperturbable llevando el timón del partido. El de Basilea mantuvo fijo el rumbo y con 5-4 no perdonó, mostrando un despliegue asombroso desde el fondo de la pista.

La aventura de Raonic en Indian Wells llegó a su fin pero mantiene un buen momento. Para él era su quinta semifinal de un Masters 1000 y vienen de alcanzar los cuartos de final o un mejor resultado en ocho de sus últimos diez torneos de ese tipo.