Alejandro Davidovich sigue disparado y tumba ahora a Rublev

Pero el actual Davidovich, el que ha moldeado con éxito en muy pocos meses Félix Mantilla, tiene tal confianza, que ganó en blanco el juego para cerrar su victoria en dos sets: 7-5 y 6-4, en una hora y 55 minutos para meterse en cuartos del Godó. «Era un juego psicológico, al haber perdido tantas veces, más que tenístico. Sabía que estaba jugando muy bien e iba a tener una buena oportunidad. Tenía que aprovechar cada momento que tuviera él de bajón, y esa era la clave», sostuvo tranquilo ante su tocayo Álex Corretja, a pie de pista tras la victoria.

Cualquier capítulo que se cite de la temporada de Davidovich es para ensalzarla. Son ya veinte victorias en tres meses y medio, igualando su tope en este ATP 500 de Barcelona. A día de hoy, son pocos los tenistas (valen dedos de dos manos) que le tosan al malagueño en tierra, y de paso ha igualado su techo en la capital catalana.

Davidovich comenzó pese a todo muy errático al servicio. Concedió bolas de quiebre a su rival en sus cuatro primeros turnos, y eso le lastró, porque también por dos veces fue 'break' arriba'. El choque tuvo al inicio la anécdota de romper cuerdas y la equivocación cuando se llevaron la raqueta que estaba bien a encordar, lo que dio pie a un parón en el juego, porque el rinconero no quiso continuar con las otras disponibles.

Al margen de este curioso episodio, Davidovich se sostuvo en el duelo de reveses ante Rublev y le ganó numerosos puntos con contrapiés. De él llegaban la mayoría de ganadores y errores no forzados, hasta que una rotura en el undécimo juego, cuando los dos tenistas se estabilizaron más al saque, le dio el primer set.

Fue el mejor momento en el partido de Davidovich, que comenzó también el segundo set con un 'break', y que tuvo bola para el 3-0 o para el 3-1. Sin embargo, Rublev, que llegó al partido con un increíble 14-0 contra españoles en tierra y que es el tenista que más partidos en ATP 500 ha ganado en esta década, no estaba muerto.

Desde el torneo en Montecarlo, en la gira de tierra, se ha puesto a las órdenes de Marat Safin, que se suma a Fernando Vicente y Beto Martín, y es que ahora defiende en el Masters 1.000 de Madrid los puntos de su título en 2024. Sin sus habitiales gestos de enfado, que le llevan a perder la compostura (más allá de un insulto en ruso que le valió un 'warning') con golpes demoledores desde el fondo, se fue al 3-4 y tuvo dos bolas de quiebre para el 3-5 y saque.

Ahí residió la clave del partido, porque Davidovich es otro Davidovich. Las salvó con temple, presionó en el siguiente juego al saque de Rublev, consciente de que había mucho que ganar, y estuvo impecable después cuando tocaba cerrar el partido, cuando otras veces llegaban a su mente los pensamientos negativos.

Ahora al pupilo de Mantilla le espera en cuartos este viernes en primer turno un Karen Khachanov (27º) verdugo en dos sets de Jaume Munar. Domina Davidovich por 2-1 en el cara a cara, pero la derrota es del único precedente en tierra (doble 6-2 en Montecarlo en 2023), aunque ganase antes en Indian Wells (2023) y París Bercy (2020), en tres mangas.