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Roberto Bautista y Lucas Pouille se saludan tras el 2-0 en Lille. AFP
Viernes negro para España en Lille
Semifinal

Viernes negro para España en Lille

Carreño, lesionado, cae con estrépito, y un enorme Bautista se queda en la orilla para derrotar a Pouille

ENRIC GARDINER

Viernes, 14 de septiembre 2018, 00:33

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España nunca ha remontado un 2-0 en contra en la Copa Davis. Si para todo hay una primera vez, el equipo de Sergi Bruguera deberá completar una misión titánica para superar a Francia y meterse en la final de la Davis después de un viernes negro en Lille. Ni Pablo Carreño, que cedió con estrépito entre los nervios y la lesión en el muslo, ni Roberto Bautista, que entonó una gran versión, pero no pudo ante Lucas Pouille, en modo idílico con la Copa Davis, pudieron sacar algo positivo del primer día de semifinales, en el que España acabó dos puntos abajo y con un jugador menos. Si ya acudir sin Rafa Nadal añadía grados de dificultad a la misión, el hecho de tener que remar a contracorriente desde el primer minuto convierte la tarea en casi imposible.

Las mayores esperanzas de la jornada recayeron sobre Carreño, número uno del equipo y máximo valor para enfrentarse a un Benoit Paire primerizo en esta competición, tras sus disputas en el pasado con la Federación Francesa. Su arranque, serio y claro, ante un dubitativo y siempre lleno de altibajos Paire, prometieron la mejor noticia. El asturiano rompió el saque del francés y se puso con 5-3 a favor, disponiendo de dos bolas de set con el servicio de su rival. Paire, fuera del partido con nueve doble faltas y 19 errores no forzados, las salvó y solventó otra cuando Carreño, con 5-4, sacó para amarrar el parcial. En un abrir y cerrar de ojos, el galo revirtió la situación y se apuntó otros tres juegos consecutivos para inclinar la balanza y dejar el primer set en casa. Ahí el partido no dio para más. Carreño se resintió de las molestias que sufrió hace dos semanas en Nueva York y su espíritu se marchó a la caseta. Ganó un solo juego más y dejó el inicio de la eliminatoria en casa por 7-5, 6-1 y 6-0.

«He empezado bien, jugando bien, valiente, atacando. He tenido oportunidades para ganar el set, pero sabíamos que Benoit podía sacar su mejor tenis en cualquier momento. El problema ha llegado al final del segundo set, han vuelto las molestias por las que me retiré en el US Open. En los entrenamientos había estado bien. Corrí el riesgo de jugar, no pensaba que me iba a volver a doler. Está muy complicado que pueda jugar más», explicó el asturiano a los micrófonos de Televisión Española.

Para arreglar el mal inicio, Bautista dio todo lo que tenía. Se vació en un duelo titánico con Pouille, pero no fue suficiente (3-6, 7-6, 6-4, 2-6 y 6-4) y el francés situó el 2-0 en el marcador del estadio Pierre-Mauroy de Lille. Lejos de achicarse ante el ambiente francés, que no alcanzó las cotas de público de las pasadas finales de Copa Davis, el de Castellón batalló y arrancó dos sets a Pouille, número 19 del mundo, para llevar el partido a un quinto set que bailó en el filo de la navaja. El tenis de ambos tocó el techo y cada juego era un corte de respiración, con la tensión de quién sería el primero en caer.

Sin puntos de 'break' ni para un ni para otro, el duelo definitivo llegó al 4-4 y Bautista hincó la rodilla. Cedió su servicio y, aunque tuvo una oportunidad para recuperar el saque al siguiente juego, Pouille celebró el 2-0 de Francia y dejó la eliminatoria prácticamente sentenciada. A España le toca conseguir la gesta de remontar un 2-0 por primera vez en su historia. El primer envite quedará en manos de Feliciano López y Marcel Granollers, que se enfrentarán a Julien Benneteau y Nicolas Mahut este sábado (14:00 hora española). Si fuese necesario recurrir al cuarto y quinto punto, Bruguera tendría que elegir entre Feliciano y Albert Ramos para sustituir a Carreño.

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