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Enea Bastianini celebra su victoria en el GP de Aragón Pau BARRENA / AFP
Bastianini gana una caótica carrera y el Mundial se comprime
GP de Aragón

Bastianini gana una caótica carrera y el Mundial se comprime

El italiano demuestra que no hay órdenes de equipo en Ducati con un adelantamiento en la última vuelta a Bagnaia, que se acerca al líder Quartararo

jesús gutiérrez

Alcañiz

Domingo, 18 de septiembre 2022, 13:44

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El circuito de MotorLand Aragón puso punto y seguido a la temporada europea en el mundial de MotoGP, que ya no volverá al Viejo Continente hasta que se dispute la carrera de Valencia en el mes de noviembre y que, como es tradición, será el cierre de la temporada 2022. El Circuit Ricardo Tormo podría acoger una batalla por el título, viendo que la clasificación se ha puesto al rojo vivo tras la cita de Alcañiz. La caravana de MotoGP pone ahora rumbo a Asia, donde empieza una frenética gira de cuatro carreras en cinco fines de semana (Japón y Tailandia primero, y Australia y Malasia después) con tres pilotos separados por solo 17 puntos, y un líder que ve cómo se va desvaneciendo una ventaja que hasta este último GP había mantenido con ese margen de seguridad de una carrera.

El Gran Premio de Aragón se vio condicionado por todo lo que ocurrió en la primera vuelta de carrera, y con el incidente entre Fabio Quartararo y Marc Márquez que acabó con los dos campeones retirados. El piloto español partía 13º en la parrilla, pero hizo una salida espectacular, marca de la casa, y en apenas dos curvas estaba sexto, por delante del francés. En esas estaba cuando en la salida de la curva tres su Honda sufrió una ligera derrapada, que le hizo perder velocidad. La Yamaha de Quartararo, que era una continuación de la moto de Márquez, no pudo esquivarle y le embistió por detrás.

De primeras, el peor parado era el piloto francés, que se lamentaba en el suelo. Pero la moto del español quedaba seriamente dañada, con trozos del carenado de la Yamaha insertados en su rueda trasera. Un par de curvas después, Márquez sentía que algo no iba bien en su moto. La rueda trasera estaba bloqueada y mientras trataba de apartarse a la derecha, se tocaba con su compañero de marca, Nakagami, que también acababa por los suelos y en medio de la pista. La imagen fue aterradora, porque estuvo a punto de ser atropellado por varias motos, pero por suerte no tuvo consecuencias físicas ni para el japonés, ni para nadie más.

Después de este segundo incidente, Márquez ya no pudo continuar en carrera. Entraba en boxes y lo primero que hacía era preocuparse por el estado de Quartararo y Nakagami. No había sido su culpa y todos los implicados catalogaron lo ocurrido como «incidente de carrera», pero el piloto de Cervera se acordaba de sus rivales en su comparecencia con la prensa después. «Espero que los dos estén bien, pero me sabe mucho peor por Fabio porque se está jugando el título y sé lo que es perder una carrera por un toque con otro piloto».

La mala suerte de Quartararo no acababa ahí, ya que cuando volvía al box en scooter acompañado por un comisario, se chocó de frente con otro vehículo. «Me he caído dos veces en dos minutos. No ha sido mi día», relataba con frustración. Por suerte para él, todo quedó en abrasiones en el cuerpo. Lo que en el argot del piloto se denomina chapa y pintura.

Tres pilotos en 17 puntos

Lo peor del cero de Quartararo es que ha visto como su colchón de seguridad de una carrera de ventaja se ha desvanecido. Además, sus dos rivales por el título, Pecco Bagnaia y Aleix Espargaró, acabaron en el podio. Y pudo ser peor si Bastianini no adelanta a su compatriota en la última vuelta.

Todo el interés de la carrera se concentró en el inicio y en el final. Bagnaia partía desde la pole y no cedió la primera posición en toda la carrera. Parecía otra victoria de semáforo a bandera para el italiano, pero en su escapada se llevaba a rueda a Enea Bastianini que, como le había demostrado en la última cita de Misano, no iba a regalarle la victoria. Bastianini esperó hasta la última vuelta para lanzar su ataque. El adelantamiento fue impecable, sin poner en peligro a su compañero de marca y demostrando que en Ducati todavía no se han activado las órdenes de equipo. De puertas para fuera todos quedaron contentos, pero veremos si en el futuro esos cinco puntos que le arrebató Bastianini a Bagnaia tienen su relevancia en la batalla por el título.

El otro punto de atención estaba en la pelea por el podio y lo libraba el tercer aspirante al campeonato. Aleix Espargaró estuvo toda la carrera a rueda del sudafricano Brad Binder y a falta de dos vueltas encontró el hueco y le pasó. En el último giro defendió su posición con uñas y dientes para conseguir un valioso tercer puesto. El catalán volvía a pisar el cajón siete carreras después y afrontará la gira con sus opciones intactas. «No quiero ser oportunista, pero yo siempre he creído en mis posibilidades. Lo único que sé que a mí no me han traído hasta aquí los podios. Me han traído los días malos. Los sextos, los quintos, los cuartos. Hay que ser paciente, sumar, ser regular y creo que así llegará la recompensa», valoró el español.

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