Rossi aprueba su asignatura pendiente

«Es importante este resultado, porque no llevaba ninguna pole este año, pero tampoco ninguna primera fila, y para un piloto que quiere ganar el campeonato eso es demasiado poco. Hace falta salir delante también en la parrilla», analizó Rossi, que ha finalizado primero en tres de las cinco sesiones que ha disputado en Assen -en las otras dos fue segundo y tercero-. «No sé si esta pole tiene un valor psicológico, porque Lorenzo está octavo y yo primero», comentó sobre su particular batalla con el mallorquín, que en Holanda completó su peor oficial de la temporada terminando octavo. «Él ha ido rápido al final en los libres, pero era importante para mí clasificarme delante suyo, por lo evidente y porque íbamos 7-0 para él en parrilla. No es que fuera una situación embarazosa para mí, pero no era bonito. Aunque después nos la jugáramos en carrera es mejor estar 7-1 que 7-0 (Se ríe). Veremos qué pasa en la carrera. Yo he salido tantas veces octavo y ahora está él en esa posición, por lo que deberá ver qué hacer saliendo así», reconoció el italiano.

Lorenzo, que desde el primer día en Assen se quejó de los compuestos que Bridgestone ha traído para la octava prueba del año -los mismos que tendrá a su disposición en Sachsenring- fue, sin embargo, el mejor en cuanto a ritmo de carrera, una prueba que pilotos y equipos hacen en el cuarto y último entrenamiento libre. «No va a ser fácil. Quizás sea la carrera más difícil de las últimas cinco, pero es un gran desafío salir desde la tercera fila y luchar por el podio o por la victoria», comentó tras el oficial Lorenzo. «La verdad es que aquí nos hemos encontrado con este neumático que no nos favorece mucho y con dos sectores que con mi estilo natural me penalizan un poco, pero he intentado luchar contra el neumático y mi estilo, modificando mi estilo en estos dos sectores y lo estoy consiguiendo. Por eso en los oficiales he pilotado un poco más como ayer (por el jueves) y esa ha sido la clave». «Lorenzo tendrá por delante a siete pilotos. Entre ellos a cuatro españoles, Aleix Espargaró y Marc Márquez en la primera línea, y Dani Pedrosa y Pol Espargaró en la segunda. El mayor de los Espargaró demostró de nuevo su capacidad a una vuelta y el buen nivel de la Suzuki. En cuanto a Márquez, pese a haber mejorado algunos de sus problemas, aún consideraba que no ha alcanzado el nivel de las Yamaha. «Creo que Jorge ha estado en el FP4 al nivel de Rossi o incluso por delante», analizó el campeón del mundo. «Ha hecho un gran ritmo con neumáticos usados. Yo sí que iba con neumáticos nuevos y estaba probando diferentes cosas en la electrónica, pero aun así me ha faltado eso, media décima, una décima, que durante una carrera puede pasar factura al final. Ya te digo. A ver qué temperatura hay, para plantear la carrera de una manera o de otra». Temperatura y climatología en general porque, de nuevo, la amenaza de lluvia volverá a ser un factor crucial en la prueba holandesa.

El método Zarco

Pese a que el dominador en los entrenamientos libres había sido Tito Rabat, la pole terminó llevándosela el líder, Johann Zarco. La tercera del francés, que fue ganador en las otras dos ocasiones que salió primero. Zarco, con su particular método de trabajo. Obseso del entrenamiento en moto entre carreras, mantiene apagado los monitores de tiempo cuando entra en el box durante los entrenamientos. En su equipo sólo le dan como referencia su posición, pero nunca a cuánto está de los rivales, para evitar obsesiones con el cronómetro. Además, en Assen decidió buscar la solución a sus problemas yéndose a la pista a ver en vivo a los pilotos de MotoGP, tratando de encontrar ahí una clave. Algo que logró. Zarco compartirá la primera línea con Rabat y con el británico Sam Lowes.

El que no pudo meterse entre los tres primeros -y pese a haber dado una sensación de tenerlo todo controlado desde el primer libre- fue Danny Kent, líder de Moto3, una categoría en la que por segunda vez en el año fue Enea Bastianini el más rápido. Junto al italiano se metieron entre los tres primeros el valenciano Jorge Navarro, en claro camino ascendente, y el checo Karel Hanika. Aunque, pese a todo esto, de nuevo será Kent el hombre a batir.