Alonso, en posición inmejorable para lograr su victoria 33

El asturiano saldrá desde una posición prácticamente perfecta. El podio 100 es un objetivo más que realista, pero quizá corto: la opción de ganar la carrera es más que factible. El ritmo de carrera mostrado el viernes estuvo, cuando menos, parejo a Pérez. Todo lo que sea hacer una buena salida será acercarse más a ese sueño que se escapa desde hace una década. Y eso que la clasificación empezó con un susto que hizo contener el aliento a todos.

La progresiva mejoría de las condiciones de la pista hizo que desde el principio quedase claro en la Q1 que podía haber algún susto si no se leía correctamente cuándo salir a pista. Así, varios de los candidatos apostaron por esperar hasta el final, incluido Fernando Alonso, que tuvo un susto en forma de trompo cuando estaba a punto de comenzar su primer intento.

No fue el único. La cercanía de los muros obligó a todos los pilotos a forzar al límite y muchos lo sobrepasaron. Lando Norris, por ejemplo, dio en el muro interior de una curva y se quedó fuera a las primeras de cambio. También el novato Logan Sargeant sufrió de lo lindo, cuando le quitaron una vuelta al pasarse de los límites de pista, y en otra trompeó sin remedio.

No fue hasta el final cuando se decidieron los eliminados. Colocados al frente, los Red Bull, los Aston Martin y los Ferrari delante, con Tsunoda, Albon, De Vries, Norris y Sargeant fuera al final de la parrilla. Trece coches en un segundo: igualdad extrema.

Alonso no especuló en la segunda tanda. Consciente de que un susto le podía dejar fuera de la Q3, la definitiva para luchar por la pole, decidió salir a marcar una vuelta más que óptima nada más salir. Lo que no esperaba es que las cartas le salieran tan de cara.

Y es que, además de un giro que era medio segundo más rápido que lo que había hecho, tuvo a su favor lo impensable: una avería en el Red Bull de Max Verstappen. El neerlandés estaba intentando dar su primera vuelta cronometrada cuando notó problemas al acelerar. Su monoplaza se quedó tirado y a duras penas pudo llegar a boxes, en lo que fue una avería catastrófica que le impidió salir a pista. El campeón del mundo y gran favorito saldrá 15º, que no es ni mucho menos lo que esperaba, mientras por delante su compañero luchaba por la pole.

Fuera se quedaron Hulkenberg, Zhou, Magnussen, Bottas y el piloto que partía como el gran favorito a ganar. Verstappen, por primera vez en mucho tiempo, no estuvo en una Q3.

La lucha por la pole no dio tregua. Alonso salió a intentar un tiempo suficiente en el primer intento, pero no le dio por un ligerísimo error al final del tercer sector (el menos bueno para Aston Martin), lo que le hizo marcar un tiempo peor que el previo en la Q2. De hecho, fue superado por Charles Leclerc, que en cualquier caso iba a perder diez posiciones.

Su rival no era el de Ferrari, sino Sergio Pérez. El mexicano, que ya había hecho la pole en 2022, marcó un estratosférico 1:28.2 de inicio, lo que prácticamente le garantizaba conseguir el mejor crono de la sesión, mientras que a Alonso le adelantaban tanto Leclerc como George Russell, que asomó por delante del español.

Alonso no dudó. Vio dónde tenía el punto de mejoría, por lo que en su segundo intento bajó ligeramente el tiempo de su primera vuelta. Con la sanción de diez posiciones e Leclerc, y la intratable vuelta que dio 'Checo' Pérez, su mejor opción podía ser segundo o tercero, consciente de que con una primera fila era más que factible partir en un puesto no solo para optar al podio 100 sino también a la victoria 33.

Pérez cumplió con su segunda pole en la Fórmula 1, ambas en Arabia Saudí, Alonso también… pero Sainz no. Y no por culpa propia, ya que George Russell le estorbó en la vuelta lanzada y le destrozó el que venía a ser su intento decente. El español se tuvo que conformar con el quinto tiempo, a la espera de una más que posible sanción al de Mercedes.