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Lewis Hamilton, tras proclamarse heptacampeón del mundo. Clive Mason (Afp)
Hamilton y un récord que perdurará
Análisis

Hamilton y un récord que perdurará

El séptimo Mundial del británico y las cifras que lleva en su palmarés le convertirán, durante mucho tiempo, en el rey estadístico de la Fórmula 1

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

MADRID

Lunes, 16 de noviembre 2020, 18:33

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En una entrevista que dio Michael Schumacher en 2006 y que se ha repetido hasta la saciedad desde que alguien la recuperó en redes este año, el 'kaiser' admitía que veía normal que sus récords se batieran. Ponía nombres sobre la mesa: Lewis Hamilton era uno, por supuesto, más por deferencia hacia el periodista (británico) que por certeza, pero también hablaba de Felipe Massa (inocente…) o Sebastian Vettel.

Esa misma pregunta tendrá que responder ahora el propio Hamilton. Schumacher ya no vive solo en lo alto de la colina del olimpo. El cetro imperial de la Fórmula 1 se lo ha arrebatado, al menos al desempate por victorias en grandes premios (entre otras estadísticas) el de Mercedes, cuyas marcas crecen de una manera exponencial a cada temporada que pasa. A falta de conocer si seguirá o no en 2021, algo que ni él ni Mercedes se atreven a confirmar ahora tanto como hace unos meses, si el de Stevenage decidiera colgar el mono y el casco para dedicarse a cuestiones más filantrópicas, nadie podría decir que sus trece años en la Fórmula 1 han sido desaprovechados.

Siete mundiales en catorce temporadas completas. A un Mundial por cada dos años, y teniendo en cuenta que hubo varios que los rozó, como el propio 2007 en el que la puzolana de China convirtió a San Ganchao en el patrón de los más recalcitrantes ultras. Muy pocos pilotos en la historia pueden presumir de semejante porcentaje: Fangio, Ascari y poco más. Campeones legendarios que disputaban muchísimos menos grandes premios (el 'Chueco' sólo corrió 51, que es poco más de dos temporadas actuales y fueron nueve de las suyas).

Quizá la historia juzgue mucho mejor de lo que lo hace actualmente a Hamilton. Como en los tiempos de Schumacher, puede que el sabor de sus victorias se disfrute mejor en añejo, cuando llegue otro que las supere. Quizá sea Max Verstappen, Charles Leclerc, Carlos Sainz o cualquiera de los jóvenes que vienen empujando y haciendo viejo, quién lo diría, al piloto que evitó que Fernando Alonso sumase un campeonato en ese 2007 que compartieron juntos. Tuvo más relevancia el británico en el devenir de la carrera del asturiano que posiblemente los campeones con los que luchó después. La anomalía del título de Kimi Räikkönen, que supo aprovechar la pelea interna de McLaren, mandó a Alonso fuera de Woking… y quién sabe qué hubiera pasado después.

Schumacher o Hamilton, la nueva eterna pregunta

En la citada entrevista a Schumacher, él mismo reflexionaba sobre cómo fue tumbando récord tras récord. Los de Senna, los de Prost, los de Fangio… Ni él mismo llegaba a darse cuenta de que había convertido en rutinario el hecho de escribir líneas nuevas en los libros de historia.

Pocos hombres han vivido de cerca los hitos de los dos. Schumacher y Hamilton compartieron época juntos muy poco tiempo. El alemán dejó el equipo Mercedes para que lo cogiera Hamilton, como ahora el cetro pasa de uno a otro. Uno de los que pueden presumir de haber participado en el proyecto de ambos es Ross Brawn.

El hoy director deportivo de la Fórmula 1 fue una de las patas imprescindibles en la época de la Ferrari de Schumacher, como después lo fue en los cimientos de la Mercedes de Hamilton. Toto Wolff mejoró su gestión hasta convertirlo en una máquina perfectamente engrasada, pero quien puso los rodamientos fue el ingeniero inglés. «Es el tipo de dominio que en la carrera de la mayoría de las personas en el automovilismo solo se ve una vez. He tenido la suerte de verlo dos veces. He tenido la suerte de trabajar tanto con Lewis como con Michael. Son personajes diferentes, lo cual es maravilloso, ya que no quieres personajes estandarizados en F1. Lewis es diferente a Michael en la forma en que abordan las cosas. En el fondo, ambos tienen un talento dado por Dios», firma Brawn en su columna post-gran premio, una suerte de 'Aló Presidente' un tanto inusual.

Hasta dónde ponga el listón de sus récords queda en sus manos. Schumacher dejó la Fórmula 1 unos años para volver después, un 'bis' final que supo a poco por toda la leyenda que arrastraba. Si Hamilton se va, algo nada descartable (y menos en este 2020 que desafía las leyes de la lógica) bien se habrá ganado un descanso, dejando unas marcas casi indelebles en los anales de la historia.

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