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Vista del circuito urbano de Miami. afp
Miami da la bienvenida a la Fórmula 1
Mundial 2022

Miami da la bienvenida a la Fórmula 1

El estreno del circuito de Florida, cuyo trazado se sitúa alrededor del Hard Rock Stadium de los Miami Dolphins, medirá la capacidad de los pilotos en una nueva carrera urbana

david sánchez de castro

Madrid

Jueves, 5 de mayo 2022, 16:39

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Uno de los objetivos que se autoimpuso Liberty Media cuando tomó las riendas de la Fórmula 1 era quitarle el olor a naftalina que tenía la competición. No es casual que desde su llegada hace ya años, tanto el uso de las redes sociales como la expansión popular del deporte haya tenido un foco claro desde el principio: Estados Unidos. Es esta filosofía la que está detrás del debut de un circuito creado 'ad hoc' para el estreno de Miami como ciudad que alberga una carrera de Fórmula 1.

Tras descartar una primera idea que iba a ir por la bahía de la popular (y carísima) ciudad al sureste del estado de Florida, incluidas dos rectas previstas sobre un vistoso puente, ha sido la zona de Miami Gardens la tomada por los camiones, motorhomes y cientos de personas que viajan a cada gran premio. Con el Hard Rock Stadium, hogar de los míticos Miami Dolphins de fútbol americano, como epicentro, la competición automovilística más famosa del mundo disputará aquí la primera de las dos carreras previstas en territorio estadounidense este año. La otra será en Austin (Texas), ya en pleno otoño, a las que se unirá Las Vegas en 2023 con una cita que transcurrirá en su famoso Strip.

El circuito de Miami será semiurbano y un nuevo intento de tener «un nuevo Mónaco», pero con matices. Al igual que se intentó en los fallidos Valencia, Corea o incluso Singapur, este último aún en el calendario, esta cita por las calles tratará de convertirse en un clásico moderno en un momento crítico para la competición, dado que la expansión es el objetivo primordial que tienen los promotores. Además, Miami es el escenario perfecto para que la nueva filosofía de exclusividad no quede reñida con el objetivo de popularizarla: ya suena el concepto de que cada GP sea como una Super Bowl. No es casual la comparación, dado que este estadio ha albergado la final de la NFL en seis ocasiones.

Un circuito similar a Bakú

Si hay un circuito actual al que se puede comparar el trazado de Miami, ese es el de Bakú. Dos buenas rectas y una semirrecta que albergarán tres zonas de DRS, 19 curvas, cambios de rasante muy técnicos y con dos sectores rápidos y uno lento, amén de tres puntos claros de adelantamiento con la curva 11 como principal. En definitiva, todo un reto para los pilotos.

Estos ya se han empapado del ambiente estadounidense. Desde los días antes han estado ejerciendo de embajadores de su deporte con infinidad de eventos publicitarios (Lewis Hamilton jugó al golf con Tom Brady, leyenda de la NFL, o Pierre Gasly departió un rato con el mismísimo Michael Jordan), amén de decoraciones especiales en los cascos que lucirán muchos de los competidores. Uno de ellos será Fernando Alonso, que después de un inicio de temporada lleno de mala suerte quiere romper la racha en Estados Unidos, país en el que siempre se ha sentido muy a gusto.

No tiene mucho margen. Dos puntos es un pobre botín después de las cuatro primeras citas y, si bien se ha congratulado de que las nuevas normativas técnicas han permitido crear coches que dejan lugar a los adelantamientos, a Alonso le falta tener un fin de semana redondo aún. El Alpine A522 es un coche relativamente competitivo, aunque esté dos pasos detrás de los Ferrari y los Red Bull, pero con esa pizca de suerte que le ha esquivado, quizá lo logre. Y si no es aquí, será en Montmeló dentro de dos semanas: Alonso, como el popular cuento del anillo del rey, sabe que esto también pasará y que si cae es para aprender a levantarse. Una y otra vez.

La otra mirada española estará puesta en Carlos Sainz. El madrileño, que como han compartido desde las redes sociales de Ferrari vibró como un madridista más con el partido de su equipo en la Champions League, lleva dos abandonos consecutivos y no está dispuesto a que esto se convierta en una racha duradera. Con su compañero Charles Leclerc aún como referente y máximo candidato a victoria, pese al empuje de Max Verstappen tras su gran premio de gloria en Imola, al español no le quedará otra que salir al ataque si quiere reivindicarse.

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